SLP no logra disminuir embarazos adolescentes

Es un problema difícil de erradicar

El embarazo adolescente es la principal causa de mortalidad en niñas de entre 15 y 19 años en el mundo; organizaciones a nivel internacional y los tres órdenes de gobierno se han abocado a disminuir la tasa, sin embargo en muy bajo porcentaje se ha podido lograr. México tiene la mayor tasa de natalidad en mujeres adolescentes de todos los países miembros de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), y en San Luis Potosí la situación no es distinta.

El DIF estatal, el Consejo Estatal de Población (Coespo), los Servicios de Salud, entre otras instituciones, han emprendido campañas en los últimos cuatro años. Su éxito estaría cifrado en pocos puntos porcentuales de disminución si comparamos los números de embarazos que se han registrado de 2016 a julio del 2019.

Marginal disminución en cuatro años

En 2016 se cerró con ocho mil 779 embarazos adolescentes; al siguiente año se registraron ocho mil 987; para el 2018 se registraron ocho mil 191; y de enero a julio de este 2019 se tiene registro de cuatro mil 325.

En promedio, durante estos cuatro años se han registrado 731, 748, 682, y 617 embarazos adolescente al mes respectivamente, de acuerdo a la solicitud de información 01213919.

SLP capital, donde más embarazos adolescentes hay

Es la capital en donde más adolescentes se embarazan, pero también donde más se ha disminuido la incidencia; en los primeros siete meses del año la Subdirección de Salud Reproductiva y Atención a la Infancia y Adolescencia tienen registro de mil 294 embarazos.

En incidencia le siguen Soledad con 357; Tamazunchale, 227; Ciudad Valles, 172; Matehuala, 135; Aquismón, 127; Mexquitic 107; Xilitla, 106.

Las cifras coinciden con el número de población que tienen dichos municipios, y también sobresale la Huasteca con el mayor número de incidencia por región.

Multifactorial y desigualdad social

El embarazo adolescente es un problema de salud pública íntimamente ligado a la desigualdad social, al presentarse en estratos sociales bajos en comparación con los altos.

Las variaciones en México van desde 97 adolescentes por cada mil mujeres embarazadas entre la clase más desfavorecida, a 15 adolescentes por cada mil mujeres embarazadas en la más alta.

El embarazo adolescente afecta negativamente la salud, la permanencia en la escuela, los ingresos presentes y futuros, el acceso a oportunidades recreativas, sociales y laborales especializadas y de calidad y el desarrollo humano.

Además del embarazo, tener relaciones sexuales sin protección implica un riesgo permanente de adquirir una infección de transmisión sexual.