San Luis Potosí, SLP.- La presión social, la criminalización y la discriminación al interior de los cuatro centros de reinserción social de San Luis Potosí, pero también la falta de atención psicológica, son los principales motivos por los cuales, varias mujeres privadas de su libertad decidieron quitarse la vida, señaló Marcela García Vázquez, presidenta de Nueva Luna A.C.
Así ocurrió con Patricia Reyes o "Patito", como la conocían sus amigas, una mujer que estuvo interna en el Centro de Reinserción Social (Cereso) La Pila, por haber matado a sus hijos.
García Vázquez señaló que durante su estadía en La Pila, sus compañeras, custodias y personal del centro, "le hicieron la vida imposible", debido al delito que había cometido.
Tras varios intentos, la mujer que también padecía trastornos mentales, logró quitarse la vida en 2014. Más adelante la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) emitiría una recomendación en 2015 hacia la Secretaría de Seguridad Pública del Estado (SSPE) y otra más durante el 2017 por una situación similar.
La activista señaló que hay mujeres que no pueden con la hostilidad y presión social al interior de los penales y por ello deciden quitarse la vida. A la decisión de suicidarse también abona el hecho de que no tienen atención médica, psicológica y psiquiátrica, además de que son nulas sus posibilidades de trabajo, educación y esparcimiento.
Mientras que la Tercera Visitaduría de la CEDH consideró que los suicidios en reclusorios se deben a la falta de equipos de profesionales, García Vázquez lo atribuye más a que el personal no conoce el marco legal y normativo, ni tampoco sabe conducirse bajo los tratados internacionales que hay en derechos humanos.
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