Aumentan las adicciones en mujeres.

Durante los últimos años, las cifras de adicciones en mujeres se han incrementado, así lo reconocen diversos organismo dedicados a la atención  de adicciones y de mujeres, tales como el Instituto para las Mujeres del Estado y el Instituto Temazcalli.

De acuerdo a la Directora del IMES, Teresa de Jesús Mendoza Rivera, en los meses en que lleva la actual administración, de 2009 y 2010, se han atendido 60 casos de adicciones en mujeres, esto a través de los centros de atención telefónica con que cuenta: Confiatel y Telmujer.

Además del aumento en el número de mujeres que han caído en una adicción, se presenta una disminución en la edad en que comienzan a consumir estupefacientes, ya que mientras la edad promedio de inicio era los 20 años, esta edad disminuyó a los 12 y 13 años.

La Directora del IMES atribuye estos cambios poco favorables para la mujer, a la falta de corresponsabilidad de los padres y la sociedad; esto debido a las condiciones que prevalecen en la actualidad y que llevan a que ambos padres trabajen, restando tiempo de convivencia y orientación a los hijos.

Además, suma el hecho de que actualmente, los niños y jóvenes pueden acceder de una manera, relativamente fácil, a los estupefacientes que la delincuencia pone al alcance de sus manos y a los que los menores acceden.

Las adicciones más frecuentes entre mujeres jóvenes son el tabaquismo y el alcohol, que a su vez, llevan a la persona a iniciarse en el consumo de otras sustancias ilegales, así lo señala la Directora General del Instituto Temazcalli, Fernanda Medina Rivera.

En cifras manejadas por el Instituto Temazcalli y basadas en la Encuesta Nacional de Adicciones de 2002 a 2008 aumentó un 51% el número de personas adictas a sustancias ilegales. En la misma encuesta, se revela que aumentó 6 veces el número de mujeres de 12 y 25 años dependientes a la cocaína y drogas de diseño.

IMPLICACIONES
En el aspecto económico, el consumo de estas sustancias se asocia a 8 de las 10 principales causas de morbi-mortalidad durante la edad productiva de las personas. Además, implica altos costos para la familia de quien se vuelve adicto, pues aunque en un principio las dosis se obtienen gratuitamente, una vez que se vuelven dependientes de las sustancias, deben comprar las dosis a un alto costo.

También resulta en fuertes gastos para los sistemas de salud, ya que al verse envueltos en la drogadicción, no solamente se corre el riesgo de una sobredosis que requiere la desintoxicación del cuerpo, sino que también genera otras enfermedades. En el caso del alcoholismo, se ha documentado que la misma dosis de alcohol produce mayor efecto en la mujer que en el hombre, lo que la hace más propensa a desarrollar adicción.

En el caso de la salud, una mujer alcohólica tiene mayor riesgo de contraer cáncer de mama, de presentar menopausia precoz, osteoporosis, amenorrea e infertilidad. Ahora, en el caso de las mujeres que logran embarazarse, el alcoholismo genera mayor riesgo de aborto, y el síndrome alcohólico fetal es la primer causa de retraso mental.

El tabaquismo por su parte, puede generar en la mujer enfermedad pulmonar obstructiva, ya que tienen 10 veces más posibilidades de desarrollar esta enfermedad que una mujer no fumadora. Aunque el cáncer de pulmón es el más asociado al tabaquismo, esta adicción también puede generar cáncer oral y orofaríngeo, de esófago, de estómago, de páncreas, de mama, de cuello de útero y renal.
Si se suma el tabaquismo con el uso de anticonceptivos orales, la mujer se vuelve más propensa a contraer una enfermedad cardiovascular como infartos al miocardio, o cerebrovascular, tales como infarto cerebral, hemorragia cerebral y hemorragia subaracnoidea. El tabaquismo también genera mayor riesgo a la osteoporosis y a la menopausia prematura.

Otra afectación que conlleva el tabaquismo, en mujeres y hombres, es la pérdida de la audición, situación que se puede prevenir si se deja de fumar. En el caso de la capacidad reproductiva, el tabaquismo incrementa el riesgo de infertilidad puesto que genera infecciones en los órganos reproductivos. También provoca bajo peso en el recién nacido, prematuridad, malformaciones, entre otras consecuencias negativas.

Respecto a la drogadicción, esta genera en la mujer mala nutrición, baja autoestima, depresión, partos prematuros, alteraciones en el desarrollo físico y cognoscitivo del bebé; además de enfermedades derivadas del uso de drogas como hipertensión, problemas cardiacos, y enfermedades de transmisión sexual al sostener relaciones bajo el influjo de las drogas o ser víctimas de violación.

Por otro lado, el Instituto Temazcalli contempla que por cada adicto, hay por lo menos 7 personas más que se ven afectadas, esto considerando a las personas cercanas a quien cae en las drogas, tal como padres y hermanos, amigos, compañeros de trabajo y conocidos. En el aspecto social, las adicciones predisponen a la conducta violenta dentro del hogar, causando la desintegración familiar.

También al exterior de la familia, esa predisposición a la violencia que conllevan las adicciones, generan un conflicto de seguridad pública en la sociedad.

TRATAMIENTO
En estudios manejados por el Instituto Temazcalli, se concluye que una forma efectiva para mejorar a las mujeres que han caído en la drogadicción, es el modelo residencial, que consiste en el internamiento de la persona por dos o más meses. Este modelo reduce los costos asociados al consumo de la sustancia, a los servicios de salud y a la criminalidad.
Sin embargo en San Luis Potosí “no existen centros de internamiento  de calidad para la rehabilitación de mujeres con  adicciones  y  trastornos de la alimentación”; además de que representan un alto costo para la población en general y quedan fuera de su alcance por la ubicación.

La Directora de Temazcalli señala que esto provoca que muchas mujeres se queden sin la posibilidad de ser atendidas, por lo que se incrementan los problemas sociales, económicos y de salud que traen consigo las adicciones. Es por ello que se trabaja en la construcción del área de internamiento Comunidad terapéutica para mujeres con adicciones y trastornos de alimentación.
Esta Comunidad terapéutica podría ser entregada en la primera quincena de junio del presente año, y en ella se pretende dar tratamiento rehabilitatorio intensivo por dos meses o más de internamiento, según lo requiera cada caso. Se estima que con esta Comunidad se atenderán 80 beneficiarias directas en el primer año de servicio, además de 560 personas indirectamente afectadas por las adicciones.

Además del internamiento a las mujeres que sufran una adicción, se dará atención a la familia mediante talleres y psicoterapia; y una vez que la mujer sea dada de alta, continuará el tratamiento de forma ambulatoria para evitar que recaiga.

Por su parte, el Instituto para las Mujeres del Estado ha iniciado trabajos con otras instituciones para impulsar campañas de prevención de adicciones en la mujer. Actualmente se da atención a las mujeres que así lo desean en las líneas telefónicas 01 800 67214 33 y el 075.