Alfonso Álvarez
Plano Informativo | 29/04/2010 |
Una parte de nuestra sociedad ha querido ocultar el problema, pero exponencialmente ha tomado fuerza de acuerdo al crecimiento de la población. Se trata del suicidio, el atentado contra la propia vida que lo mismo hace víctimas a niños, que a jóvenes, adultos y ancianos. De acuerdo con estadísticas oficiales, (siempre aproximadas, nunca completas) en México en el último año superan los 2,500 casos y a nivel mundial, se registra un promedio de 1,500 al día.
Entrevistado sobre el tema, no agradable, pero que los organismos dedicados a pugnar por el bienestar de las familias mexicanas no deben dejar de lado, el doctor en psicología y catedrático de la UASLP Pedro Hernández Sánchez accede a hablar ampliamente, nos proporciona cifras y nos habla de situaciones que llevan a la mente al borde de lo irreal.
“El suicidio –subraya- debe ser analizado en una perspectiva psicosocial, como un síntoma de malestar individual con respecto a la propia identidad, sociedad y cultura; la cantidad de casos que se presentan por día, mes y año, nos muestran tendencias asociadas con indicadores muy específicos de análisis”
En estudios realizados por el profesionistas sobre la incidencia del fenómeno en nuestra entidad, entre los indicadores más importantes se han tomado en cuenta el lugar físico del hecho, localidad, medio social, hora en que ocurrió el evento, edad, sexo, estado civil, ocupación, escolaridad, modo, medio, motivo y mensaje póstumo, entre otros.
Con investigación realizada hasta el año de 1997, pero reforzada ampliamente con datos actuales, el doctor Hernández Sánchez menciona que nuestra entidad se ubica en el lugar No. 13 del país en estos casos, con el 3.1% del total que se registra, aunque cabe destacar el significativo incremento de 52% ocurrido en el período de 1995 (46 casos) a 1996 (70 casos). Y recalca: el aumento de casos crece conforme al desarrollo de la población.
MOTIVOS DEL SUICIDIO Y CIFRAS EN SAN LUIS POTOSI
Considerado como uno de los problemas más significativos de las sociedades modernas sobre todo de la vida urbana (aunque en el medio rural ha registrado un aumento muy preocupante), se llevó a cabo una investigación en San Luis durante un período de 11 años, datos que el doctor Hernández Sánchez se propone actualizar próximamente.
Y las cifras que proporciona son para que todos nos preocupemos:
Durante el período que comprende el estudio se identificaron 798 casos (100%); de éstos 587 lograron consumarse (73.5%) y 211 (26.5%) se frustraron. Con referencia al sexo, se encontró que 600 de los casos registrados (75.2%) corresponden al sexo masculino, de ellos 505 se consumaron (84.2%) y fueron 956 los frustrados (15.8%); por lo que se refiere al sexo femenino, del total de 198 (24.8%), se identificaron 106 frustrados (53.5%) y 92 consumados (46.4%).
Pero continúa el rosario de números, porcentajes y datos que nos proporciona el investigador universitario doctor Hernández Sánchez, que sencillamente resultan abrumadores:
Según el grupo de edad, se encontró que los intentos son más frecuentes entre los 20 y 24 años, con un total de 146 casos (18.3); en segundo lugar se encuentra el grupo de los 15 a 19 años con 139 casos (17.4%); el siguiente grupo es de 25 a 29 años con una incidencia de 101 casos (12.6%). Como sector de población el segmento de los 15 a 29 años es el más propenso con 386 casos y representan el 43.8% del total. Además se encontró que es entre los 20 y 24 años de edad cuando más se consuman y entre los 25 y 29 años cuando más se frustran.
Con respecto al estado civil se determinó que la mayor frecuencia de los intentos corresponden a los casados, con un total de 184; en segundo lugar se encuentran los solteros con 172 casos y las tendencias son representativas del fenómeno.
Por lo que se refiere al medio social, 604 casos son correspondientes al medio urbano y 184 al medio rural. En relación a la ocupación, aunque en 384 casos no se reporta, lka distribución se puede establecer de acuerdo con el medio social, en que del 24.4% de los sucesos corresponden a trabajadores agrícolas y el resto a amas de casa, jóvenes, enfermos y desempleados en el medio rural. En el medio urbano se encontraron distribuídos entre desempleados y amas de casa, seguidos por quienes s desempeñan cono obreros, comerciantes, subempleados y desempleados.
El mes de mayor incidencia en el período estudiado es el de mayo, con 85 casos; le siguen los meses de enero con 78, julio con 74 y muy próximos junio y octubre, con 73. De acuerdo con la estación del año, la de mayor incidencia es el otoño con 229 suicidios, la primavera con 216 casos, en tercer lugar el invierno con 212 casos y por último el verano, con 141.
Por rangos horarios, el doctor Hernández Sánchez encontró que de las 00.01 a las 06.00 horas hubo 137 eventos; de las 6.01 a las 11.59, 160 casos; de las 12.00 a las 17.59 se registraron 183 suicidios y de las 18.00 a las 24.00 horas se presentaron 172. Se desconoce sobre otros 146 casos, pero se observa que el 44.5% de los eventos ocurren por la tarde-noche.
Los lugares donde con mayor frecuencia se presentan es la casa-habitación, con 529 casos; en segundo lugar se encuentra la preferencia por los lugares abiertos con 75 casos; prefirieron hacerlo en la vía pública en 59 ocasiones y 135 escogieron otras modalidades.
El medio predominante que se escogió fue el estrangulamiento (también resulta el más barato y efectivo) con 267 casos; en segundo lugar el arma de fuego con 216 casos; en tercero se encuentra la intoxicación mediante la ingestión de fármacos en 131 casos. Estos tres medios comprenden un total de 614 registros, el resto de los casos se distribuye en otros medios utilizados, como arma blanca, inhalación de gas o ingestión de substancias tóxicas.
Si se toman en consideración las causas que orillan a tomar la decisión de suicidarse –dice el doctor Hernández Sánchez-, de acuerdo con la información disponible se encontró que en 167 casos el motivo fue el disgusto familiar, en segundo lugar se identifican 93 casos como consecuencia de enfermedad mental (depresión, padecimientos nerviosos, etc.). Como tercer lugar en los motivos identificados se encontró el de las causas amorosas con un total de 73 casos.
Además se detectó que 54 casos fueron resultado de una enfermedad incurable y 24 como consecuencia de dificultades económicas. Del total de casos, 233 se debieron a diversas causas o a la concurrencia de varios factores y, como es frecuente en el suicidio, se registraron 154 casos en los que se ignora el motivo.
Según el método de su realización, en 526 ocasiones el evento ocurrió en forma solitaria y solamente en 6 ocasiones ocurrió en forma concertada; en los restantes 266 no se dispuso de información suficiente.
Por lo que se refiere al recado póstumo sólo se dejó en 63 casos, de ellos 58 se consumaron y 5 se frustraron. El segmento de población, según la edad, que dejaron recado póstumo se ubica en su mayoría entre los 17 y los 26 años. Se lograron identificar 49 casos de reincidencia, de ellos 43 se consumaron y 6 se frustraron.
CONCLUSIONES
De acuerdo a la investigación del doctor en psicología Pedro Hernández Sánchez, las conclusiones son las siguientes:
En correspondencia con la tendencia general de inclinación al suicidio y su consumación, en el caso del estado de San Luis Potosí se observa que se cumplen las tendencias marcadas a nivel nacional; también que al tomar este tipo de decisión es un porcentaje muy alto de personas quienes logran consumarlo y son los hombres los que ocupan el primer lugar en lo que se refiere a la distribución del sexo.
De acuerdo con el grupo de edad, la propensión al suicidio y su consumación se encuentra constituído por las categorías de adolescentes y adulto joven (15 a 29 años). Estas categorías están asociadas a muchos aspectos de la personalidad, períodos críticos, frustraciones en las relaciones sociales de distinto tipo y definición de un proyecto de vida (trabajo, relaciones de pareja, familia, etc.).
Con algunas reservas se puede aceptar lo que el estudio indica, en el sentido de que son los casados jóvenes y los solteros jóvenes quienes ocupan los primeros lugares en la incidencia del suicidio. Este fenómeno es predominantemente urbano, pero es significativa su desarrollada incidencia en el medio rural.
De acuerdo con los meses de mayor incidencia y la estación del año, es en el otoño (septiembre-diciembre) donde la incidencia es mayor y es durante los meses de enero, mayo y julio, donde la frecuencia alcanza sus más altos niveles.
Respecto a los motivos, muy pocas veces se tiene información suficiente para desentrañar las causas reales que llevan a tal determinación, confirmándose su carácter de decisión estrictamente privada y, para muchos que tienen relación con el suicida, un caso inexplicable.
Sin embargo, destacan significativamente los disgustos familiares, problemas emocionales, enfermedades incurables, problemas amorosos y los de carácter económico. El suicida casi siempre actúa en forma solitaria y la decisión de hacerlo se muestra porque sólo en pocas ocasiones deja recado póstumo; además porque en los casos de reincidencia casi siempre cumple su objetivo.
Con base a lo anterior, el doctor Hernández Sánchez recomienda como aspectos necesarios desarrollar trabajos de investigación más a fondo sobre los problemas; desarrollar planes preventivos por parte de las instituciones; divulgar las evidencias sobre la importancia del problema e incidir sobre la familia para mejorar los procesos de comunicación, fomentar valores relativos a la vida y para una mejor integración.
CUIDADO CON LOS SIGUIENTES SÍNTOMAS
Una serie de motivos sentimentales suelen ser “factores desencadenantes” para atentar contra la vida y estos son muy importantes, pues por lo menos una vez el sujeto ya había pensado en suicidarse.
Algunos aspectos que se observan en personas con esta tendencia, y cuyos familiares deben tener cuidado en darles la importancia debida son las etapas de desánimo, tristeza, desaseo personal, indiferencia ante el entorno, desinterés por casi todas las actividades. Las personas se aíslan y son más proclives a entretenerse dibujando, escuchando música “depresiva”, llevar un diario, escribir cartas, etc., porque sus pensamientos sobre sí mismos son negativos.
Otros factores que se deben tomar en cuenta son las expectativas de realizarse del sujeto, la frustración ante la imposibilidad de ingresar al mercado laboral, los sentimientos de impotencia y la devaluación de la imagen personal. En suma, la cancelación de su proyecto de vida.
El investigador universitario admite que las cifras oficiales que se proporcionan no corresponden a lo que realmente pasa en nuestro país, pues la realidad las supera. La mayoría de los atentados contra la vida propia se registran en el nivel económico medio bajo de la población, en tanto que en los niveles altos se ocultan o se tratan de ocultar.
Reconoce asimismo el doctor en psicología que desafortunadamente, no existen políticas institucionales orientadas a la prevención del suicidio, en buena parte porque son sucesos imprevisibles e inesperados.
En cuanto a que la incidencia es mayor entre hombres que entre mujeres, el investigador dice que las damas, al compartir sus problemas con amigas o familiares, desahogan sus presiones al tiempo que sus valores morales son más firmes. En cuanto a los hombres, éstos tienden al aislamiento, n o comparte sus problemas y le da otro tipo de salidas: el alcohol, la violencia, etc.
En cuanto al adulto mayor, se anidan en él la frustración, desesperanza, la carencia de una red afectiva y los sentimientos de soledad.
LOS PACTOS SUICIDAS SON UNA REALIDAD
A continuación, el catedrático universitario nos habla de los pactos suicidas, uno de ellos detectado en el estado de San Luis Potosí y que provocó alarma entre las autoridades. El hecho ocurrió en Santa María del Río cuando entre varias personas se estableció el compromiso de quitarse la existencia y está plenamente comprobado que al menos 3 de quienes establecieron el compromiso, lograron su objetivo.
En lo q ue se refiere a los niños, los suicidios se presentan en edad cada vez más temprana y las cercanías del alcohol, las drogas y el acceso temprano a la sexualidad influyen en ellos en forma determinante. A ellos se agrega la influencia de medios como la Internet, la televisión y la prensa, donde se explota el morbo y las agresiones a otros o hacia sí mismos.
Los cambios culturales también han influído y las ofertas de placer (viajes, eventos, diversión) son muchos, pero no todos tienen los medios para acceder a ellos; la familia también pierde cohesión por la diversificación de sus funciones y se modifica el vínculo entre los integrantes. La situación se llega a tornar peligrosa cuando la autoridad de los padres declina.
Finalmente tras advertir que ante estos fenómenos tanto autoridades de salud, principalmente, como la sociedad en conjunto, deben adoptar medidas preventivas de inmediato, el doctor Hernández Sánchez non deja otro dato aterrador: De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, en el mundo cada 20 segundos hay una muerte por suicidio y cada 2 segundos… hay un intento.