El Servicio Nacional de Meteorología informó este lunes por la tarde que fueron tres los tornados que se formaron ayer en el norte de Texas y provocaron afectaciones en varias ciudades, incluyendo Dallas, Garland y Rowlett. Poderosos remolinos que provocaron caos y destrucción, pero que milagrosamente dejaron saldo blanco.
El tornado de Dallas fue de categoría EF-3, con vientos de más de 140 millas por hora. La furia del tornado arrancó árboles y derribó postes de luz, además de llevarse los techos en varias viviendas y negocios.
Las calles en varios vecindarios de Dallas están intransitables porque hay escombros, árboles, postes y cables de electricidad tirados en plena vía pública. Las autoridades de la ciudad aún no hacen un recuento oficial de daños en inmuebles, pero el gobernador de Texas, Greg Abbott, ya declaró el estado de emergencia para 16 condados, entre los que se incluyen Dallas, Tarrant y Colin.
“Somos bastante afortunados al no tener que informar de pérdidas humanas, tomando en cuenta que el trayecto que tomó el tornado fue sobre un sector densamente poblado”, dijo Eric Johnson, alcalde de Dallas, durante una conferencia de prensa esta mañana.
Otro tornado cayó en Rowlett y ya fue calificado como de categoría EF-1, con vientos sostenidos de más de 100 millas por hora, en tanto que un tercero, que azotó los condados de Wills Point y Van Zandt, fue de categoría EF-0, con vientos de 80 millas por hora. Ninguno de estos fenómenos meteorológicos ocasionó víctimas fatales.
En la jornada del lunes se suspendieron las clases en decenas de escuelas públicas que resultaron afectadas y las autoridades escolares aún no confirman si habrá clases el martes.
Algunos empleados en oficinas y comercios del área azotada por el tornado, así como empleadas domésticas de residencias en mansiones del prestigioso sector Preston Hallow, donde también pegó fuerte el evento, han manifestado su pesar en sus cuentas de redes sociales porque perderán días de trabajo debido a las consecuencias del fenómeno.
internacionales
