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Tiraderos, un infierno  a cielo abierto
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Tiraderos, un infierno a cielo abierto

Lilia Quevedo | 18/10/2019 | 02:22

Viejo y mortal, el problema de tiraderos

Los tiraderos a cielo abierto son un viejo pero mortal problema ambiental y de salud pública, que aqueja a la ciudadanía potosina. De acuerdo a expertos ambientalistas, estos tiraderos debieron clausurarse desde el año 2008 pero las excusas institucionales, las diferentes versiones e incluso las negociaciones políticas con carretoneros y gente influyente del negocio de la pepena, han dejado en la impunidad estos focos infecciosos.

 

Negociaciones políticas entorpecen el orden

“La ecología en San Luis Potosí se ha prostituido y ha servido como moneda de cambio para negociaciones políticas y para que lleguen presidentes municipales de diferentes partidos, por medio de la ayuda que brindan los pepenadores, a quienes no se les puede quitar sus sitios de recolección”, señaló Ramón Ortíz Aguirre, ambientalista de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP).

El especialista de la UASLP señaló que este problema podría llevar poco más de 100 años, "pues nunca ha habido un control en la historia".

De acuerdo al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en México el 87 por ciento de los tiraderos de basura son a cielo abierto y el 13 por ciento son rellenos sanitarios que tienen las especificaciones que estipula la NOM-083-SEMARNAT, cuya última actualización corresponde al 2003.

 

Son 46 de 58 municipios los que tiran su basura en hoyos

La realidad de San Luis Potosí es similar a la del país, pues cerca de 46 municipios potosinos tiran su basura en hoyos improvisados, sin un manejo adecuado de residuos sólidos urbanos y sin la conciencia de que el aire, el suelo y los mantos acuíferos están contaminados por la falta de regulación.

Lo que ocurre en El Aguaje es un claro ejemplo de esta problemática. Basta con observar que al lado de la Granja de Bachoco, empresas de la Zona Industrial e incluso de zonas habitacionales, se encuentra un inmenso cráter donde los carretoneros y pepenadores tiran diariamente su basura a un precipicio que mezcla residuos domésticos e incluso de construcción, pues también hay montañas interminables de escombro.

 

¿Qué pasa con la autoridad?

Ante esta severa problemática ambiental ¿Qué pasa con la autoridad? ¿Por qué no han clausurado estos rellenos? La titular de la Secretaría de Ecología y Gestión Ambiental (Segam), Yvett Salazar Torres, dijo que esta dependencia no es la responsable de la prohibición de los tiraderos que contengan residuos sólidos urbanos y que esto es competencia de los ayuntamientos.

Salazar Torres reconoció que uno de los problemas, es que la ciudadanía no quiere pagar cuotas por el servicio de recolección de basura: “No ha habido ventanillas (en Semarnat) para instalar sitios de disposición, que son rellenos sanitarios que cumplan con la norma, ni tampoco hay infraestructura para poder operarlos, ni tampoco para la recolección, Semarnat misma sugirió que se fuera platicando con los municipios para que analizaran la posibilidad de empezar a cobrar el servicio de recolección de basura”.

 

Acuerdos políticos impiden cierre de tiraderos

La funcionaria estatal dijo que otro de los poderosos factores que hay y que imposibilitan el cierre de estos sitios de disposición final, son las negociaciones políticas a las que se llegan con los grupos de pepenadores.

Ciudad Valles, Cerritos, Ahualulco, Guadalcázar, Tampacán y Matlapa, son municipios acreedores a sanciones pero por manejo especial de residuos, no por residuos sólidos urbanos. La suma de las multas de estos seis municipios ascienden a 10 millones de pesos, ninguna de estas demarcaciones ha acudido a la Secretaría de Finanzas a realizar los pagos.

 

 

La norma vigente desde 2008 exige la clausura

Carlos Álvarez, consultor ambiental nacional, discrepó de la versión de Salazar Torres, externó que la Norma-083-Semarnat-2003 señala que en 48 meses posterior a su actualización, las autoridades estatales debieron de proceder a la clausura de estos tiraderos a cielo abierto.

“La norma exige la clausura, se tenían que haber clausurado todos los tiraderos; en el 2008 era la fecha límite, en julio del 2008 todos los tiraderos que había en este país, debieron haber sido clausurados”.

Abundó que la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos, que fue publicada en el 2004, también señala que la competencia de la Segam es la clausura de estos tiraderos clandestinos.