Antojitos, un festival gastronómico en el bolsillo

En comercio informal, 21% de los potosinos

El comercio ambulante en el giro de alimentos se ha convertido en un detonante del autoempleo y de fuentes de empleo, de acuerdo a cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el 56.1 por ciento de la población mantiene un negocio informal, mientras que el 21 por ciento de los potosinos trabajan para el sector informal, siendo el área de Comercio Municipal quien se encarga de la emisión de permisos para la instalación de puestos ambulantes con giros diversos en la vía pública, con un padrón de 350 puestos ambulantes de gastronomía popular.

Gabriel Andrade director de Comercio Municipal

“Como todos los permisos de comercio en la vía pública, tienen que ser de forma mensual, una vez que tienen este derecho puede adelantar y pagar varios meses”.

Samuel y su familia llevan más de 18 años dedicándose a la venta de tacos de canasta y burritos, al día de hoy tienen dos puestos y una producción mayor a 150 tacos por día para cada puesto. La inversión para la elaboración de los tacos depende de la cantidad así como de los guisos que se van a elegir, sin embargo por día invierten un estimado de 300 pesos, que les deja una ganancia mensual de 35 mil 100 pesos, ingresado 1 mil 350 pesos por día.

Samuel comerciante ambulante

“Mi mamá se puso por primera vez aquí en la esquina cuando todavía era el colegio, hace 18 años ya”.

“Es la principal, la que nos saca adelante”.

A pesar de que son mínimos los requisitos que se solicitan para emitir un permiso para poder vender en la vía pública, los puestos de garnachas, tacos de canasta, gorditas y tortas deben cumplir con ciertas medidas de sanidad, no obstante, el mal estado de las salsas y guisos es la falta más reincidente que detecta la Comisión Estatal de Protección Contra Riesgos Sanitarios (Coepris).

Alfredo Zavala/Subdirector de Operación Sanitaria Coepris.

Todas las medidas, la limpieza del lugar, la presencia del personal que prepara, la conservación de los alimentos, si son fríos, en este caso los mariscos deben de estar a 7 grados máximo centígrados, si son comida caliente deben estar arriba de 65 grados.

“Que cuenten con un retrete para lavar manos, para quien está preparando los productos, que la persona que cobra no sea la misma que elabora los alimentos”.

Desde tacos de canasta al estilo Tlaxcala, pasando por tortas, burritos y gorditas es lo que podemos encontrar dentro de estos centros garnacheros, con guisados variados y precios que van desde los 7 pesos hasta los 30 pesos, dependiendo de la especialidad.

Karen empleada de puesto de comida.

“Aquí me instalo un poquito antes de las 9, 8.30 8.40 y lo que más piden normalmente es el chicharrón, la carne deshebrada, el picadillo”.

El éxito de estos centros de alimentos deriva de lo accesible que es comprar el desayuno, la comida o la cena, en cualquier punto de la ciudad, ante las prisas o por los tiempos de trabajo de las personas, que a pesar de no contar con una infraestructura formal, carecer de medidas de sanidad, seguridad y no pagar servicios como luz y agua, la demanda va en aumento permitiendo el crecimiento de los negocios, con la expansión de los puestos y la solvencia para la contratación de hasta tres empelados, con un salario de 150 pesos al día sin formalidad de prestaciones.