Una veintena de expresidentes de Iberoamérica pidieron hoy aplicar la Carta Democrática de la Organización de Estados Americanos (OEA), a fin de conjurar la crisis en Ecuador, y manifestaron su respaldo a la democracia y al gobierno del presidente Lenín Moreno.
En un comunicado, los exmandatarios, miembros de la Iniciativa Democrática de España y las Américas (IDEA), instaron a la comunidad internacional a mantenerse vigilante sobre la situación en el país sudamericano, reportó el diario local El Universo.
Asimismo, llamaron a "adoptar sin demora las medidas legítimas que se correspondan con el derecho internacional y las previsiones de la Carta Democrática Interamericana, a fin de conjurar la situación mencionada e impedir la grave alteración del orden constitucional y democrático" en Ecuador.
Los expresidentes afirmaron que Ecuador y el gobierno de Moreno son víctimas de actos de violencia popular inducidos desde el exterior, "con el deliberado propósito de atentar contra el clima de libertades y la institucionalidad democrática imperante en esa nación".
Manifestaron que los hechos de violencia en Ecuador "han sido saludados y respaldados abiertamente por la dictadura imperante en Venezuela y su aliada, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), hoy partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común".
El documento fue firmado por los expresidentes ecuatorianos Osvaldo Hurtado, Jamil Mahuad y Lucio Gutiérrez.
Así como Óscar Arias, Miguel Ángel Rodríguez, Abel Pacheco y Rafael Ángel Calderón (Costa Rica), José María Aznar (España), Nicolás Ardito Barletta y Mireya Moscoso (Panamá), Enrique Bolaños (Nicaragua), Felipe Calderón y Vicente Fox (México), Alfredo Cristiani (El Salvador).
Además de César Gaviria, Andrés Pastrana y Álvaro Uribe (Colombia), Luis Alberto Lacalle (Uruguay), Jorge Tuto Quiroga (Bolivia) y Juan Carlos Wasmosy (Paraguay).
El pronunciamiento de los exmandatarios iberoamerianos se produce en momentos en que ha escalado la violencia de las protestas contra las reformas económicas anunciadas la semana pasada por el presidente Moreno, quien decidió decretar este sábado un toque de queda y la militarización de Quito, la capital ecuatoriana.
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