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Mitos y realidades de la salud mental

Agencia | 11/10/2019 | 00:15

Pocas áreas con tantos tabúes como la salud mental y emocional, ¡a pesar de que las sufre al menos una de cada cuatro personas! Se sabe que mínimo 30% de la población tiene miedo a admitir que padece algún padecimiento psiquiátrico, y por eso mismo es sumamente importante, hoy más que nunca, que se hable sobre este tema. Ya sea por medio de documentales o de armarte de valor para ir a terapia, ¡se debe saber que la salud mental es igual de importante que la física! Te contamos algunos mitos y realidad de la salud mental, y lo que la ciencia dice al respecto.

 

"Procurar la salud mental y las enfermedades mentales son de débiles".

¡FALSO! Todos los padecimientos mentales son producto de una compleja mezcla de elementos químicos, genéticos y ambientales, nunca de una “debilidad”. Es mucho más complicado que eso, así que empezar un tratamiento, de hecho, es el primer paso del autocuidado, y es un paso, de hecho, muy valiente.

 

"La terapia es para locos".

Pocas afirmaciones más falsas que esta. Se requiere mucha valentía para ir a terapia, ver de frente los propios demonios y enfrentarlos. Es una experiencia de autoconocimiento y crecimiento personal. Por otra parte, la palabra “loco” debería salir completamente del vocabulario aplicado a los padecimientos mentales, porque sólo contribuye a crecer el estigma alrededor de quienes los sufren.

 

"Los medicamentos psiquiátricos causan adicción".

Debemos tener cuidado con esta pregunta: Bien prescritos por un especialista, acompañados de terapia y supervisados de manera constante, los medicamentos han sido la salvación de muchísima gente que sufre desbalances químicos en el cerebro, y como consecuencia enfermedades mentales. No causan adicción, pero en algunas enfermedades específicas son necesarios de por vida. En cuestiones de salud mental, deben estar bien supervisados, y al mismo tiempo debes ser bien honesta con tu doctor si crees que algo no está funcionando en ti. Cada mente y cada cuerpo son un universo, y por eso debes ser muy honesta con el experto para que te recete lo que verdaderamente necesitas.

 

"Los niños no pueden padecer enfermedades mentales, o no tienen por qué cuidar su salud mental"

¡Claro que pueden! Aunque claro, sus ideas se manifiestan de manera diferente que en los adultos. En el caso de las enfermedades, las enfermedades más comunes en niños están los trastornos de ansiedad, el déficit de atención o hiperactividad, el autismo, los problemas de alimentación y la depresión. Los padres tienen que estar muy atentos a las señales, porque mientras más pronto se atiendan el pronóstico será mejor.

 

"Las terapias psicológicas y la atención psiquiátrica son muy caras".

La práctica privada en psiquiatría y psicología suele ser costosa, pero las instituciones públicas de salud, como el IMSS o el ISSSTE, ofrecen excelentes alternativas para el tratamiento de padecimientos mentales. Por otro lado, no descartes la posibilidad de negociar con tu terapeuta un precio que se ajuste a tu situación. Muchos doctores pueden ajustar su tarifa para que sus pacientes no descarten su salud mental a la primera a la hora de armar presupuestos.

 

"La depresión se cura rodeándote de gente que quieres y pensando positivo."

Desgraciadamente no. Deprimirse no es una decisión, sino una combinación de elementos ambientales, sociales, psicológicos y biológicos. Este tabú sólo genera mayor frustración en la persona deprimida, porque siente que falla al no poder curarse con pura voluntad.

 

"Si alguien parece brillante, exitoso y productivo, no puede estar padeciendo una enfermedad mental".

No necesariamente. Algunos funcionan muy bien porque están bajo el tratamiento adecuado y otros por algún tiempo logran esconder su enfermedad mental a costa de mucho sufrimiento e infelicidad.

 

"Quien sufre una enfermedad mental grave no puede tener una vida normal".

¡Definitivamente pueden! Y cada vez hay más avances en terapias y tratamientos para que puedan vivir una vida plena. En este caso, el pensamiento fatalista es el que le hace mucho daño a los pacientes y al estigma social que la salud mental carga desde hace mucho tiempo.

 

"No hay nada que puedan hacer los amigos y familiares por quien sufre una enfermedad mental".

Si bien no se cura dando ánimos y socializando, la gente que está cerca de quien sufre este tipo de mal sí puede ayudar impulsando a la persona a buscar ayuda y tratamiento adecuado. Una vez que lo haga, la compañía y motivación de la gente cercana ayuda muchísimo.