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Malditos quien con sus palabras defienden al Pueblo y con sus acciones lo traicionan

Dr. Jaime Chalita Zarur | 24/08/2019 | 11:36

Malditos quien con sus palabras defienden al Pueblo y con sus acciones lo traicionan.
Benito Pablo Juárez García
 
Que desgracia vivimos los mexicanos aún, a pesar de tanto que se ha dicho y analizado en torno a la ferocidad, con la que no tratamos los seres humanos. Con dolor vemos que se ha aumentado la capacidad destructiva, las formas de lastimarnos y no tienen ya, precedente en nuestra historia reciente.
 
¿Realmente la ciencia y la tecnología, nos han servido para el avance y progreso del ser humano? Parece que en cuanto a la convivencia social, se han convertido en un aliado para destruirnos unos a otros. La civilidad está lejos de llegar.
 
¿Somos cautivos de los políticos delincuentes o, de los mismos delincuentes o, nos conviene serlo, por dinero y poder manchados por la criminalidad? Que finalmente son el común denominador de nuestros males por donde lo queramos ver. El materialismo puro, paso d e ser una corriente ideológica, a una adoración y desperdicio de la vida.
 
El dominio de un ser humano por otro, se convirtió, en la religión, como ejemplo del autoritarismo generalizado y, desplegado igualmente, por los ciudadanos.
 
Enorme cantidad de muertes violentas que, parecen no terminar en Mexico pero, más aún, despojos igualmente violentos de pertenecías robadas, desde luego ocasionando más sufrimiento, en una sociedad que casi en su totalidad, ha sido y, lo sigue siendo, vulnerable ante los criminales.
 
Preguntaría al Sr. Presidente de la Republica Mexicana: ¿Así podrán ser felices las personas que viven en nuestra Patria? No me lo parece. Que lejos estamos de serlo. Igualmente que gran mentira se dice desde la tribuna pública mañanera. La violencia nos flagela y, no reduce. Somos infelices Sr. Presidente López Obrador.
 
Habría que preguntar a las madres y padres que han sufrido la pérdida que ocasiona este flagelo, si realmente son felices cuando se sufre desgracias irreparables, como lo es el feminicidio: matar a una mujer solo por serlo, dejando dolor que aumenta con el paso de los días y abandonando a las personas en la impunidad del castigo. No todo son delitos patrimoniales o, malversación de dinero que, por supuesto habría que castigarlos.
 
Es aquí, en donde está la resolución de los problemas que vivimos para el feminicidio y cualquier delito: fincar el castigo merecido con todo lo que la ley prescribe, para los hombres quienes lastiman a una mujer, pero igualmente a cualquier ser humano, que trasgreda la ley que nos une como sociedad. Igualmente o hay que soslayar la corresponsabilidad de nosotros, quienes componemos la sociedad civil y, que inicia desde la familia.
 
No nos espantemos si por instancias, la violencia en las protestas aumenta. No reclamemos ya, como la violencia se combate con la violencia en la desesperación que demanda la justicia, para terminar con tanta criminalidad y, si no se alcanza por parte de las autoridades competentes esa justicia, que sea por propia mano.
 
Los derechos humanos, la policia de cualquier corporación, las políticas de seguridad, nosotros, la sociedad, los seres humanos responsables de nuestro cuidado, todos, hemos fallado totalmente en aras de la podredumbre material de tener y querer más de todo, aún cuando sea ilícito o, a costa de la vida.
 
¿Y si ellos comenten delitos y, son impunes, porque los demás no? 
 
 
@jaimechalita