Plano Informativo | 28/07/2019 | 10:10
Ha llegado el momento de confesarnos: "Hola, soy millennial… y no recuerdo cuándo fue la última vez que salí aun antro (o bar)". Seamos serios, ¿cómo es un fin de semana perfecto para un millennial? En mi caso, y en el de la mayoría de los que me rodean, es aquel en el que llego a casa, me pongo la pijama, pido comida a domicilio y paso la noche viendo Netflix.
¿Qué ha pasado que ha ahuyentado a los millennials de la vida nocturna? Los antros y bares parecieran ser cosa del pasado. La primera posible respuesta es sencilla de descifrar: se ha vuelto demasiado caro. No es novedad que los sueldos son cada vez más bajos y una salida implica pagar una tarifa para entrar, taxis y un consumo de precio exagerado. ¿Por qué gastar esa cantidad de dinero en una noche que te dejará dolor de cabeza y no recordarás cuando puedes hacerlo en algo más productivo?
No estamos diciendo que los millennials sean completamente inmunes a la fiesta y antisociales, la realidad es un poco más profunda que eso. Estamos ante una generación sociable, pero que ha encontrado valor en pasar tiempo de calidad con sus amistades. Prefieren reunirse en una casa, que tener que gritar sus conversaciones sobre la música de un antro. Buscan experiencias más personales.
El New York Post realizó un exhaustivo reportaje donde se propuso encontrar la verdad detrás de este fenómeno y se encontró ante una gran sorpresa: los millennials consumen 2.7 horas de servicios de streaming al día. Así que si hay algo que están consumiendo en exceso, no es alcohol.
Además, un estudio realizado por Heineken descubrió que, cuando se aventuran a salir de fiesta, el 75% bebe con moderación. Y aquí llegamos a la posible segunda razón por la que los clubs nocturnos han dejado de ser atractivos: estamos hablando de una generación que se encuentra exhausta. Un neurólogo citado por el New York Post reveló que los casos de fatiga crónica en jóvenes van en aumento. Lo que se reduce a que, **después de una agotadora e intensa semana de trabajo, lo último que querrás el fin de semana es terminar aún más cansado. **
Entonces… en palabras millennials. Olvidémonos de salir. Los clubs nocturnos son caros, estresantes, ruidosos y dificultan la convivencia. ¿Que entonces cómo socializamos? Sentados alrededor de una mesa, en un ambiente personal y privado, con la bebida de tu preferencia (y comprada a un precio razonable) en la mano y rodeado de tus amigos. O, en el mejor de los casos, en tu ropa más cómoda, sentado frente a una pantalla disfrutando de tu serie favorita con comida a domicilio.
**Somos millennials y lo hemos descifrado: dormimos cuando estamos cansados. **