Si tú deseas terminar con este gran problema que azota a la actual sociedad, ya sabes, con estas supuestas familias que ahora ya no quieren incluirse únicamente las monoparentales, sino que también ya aumentaron las conformadas por personas del mismo sexo. Sí, y el grave problema de que personas salgan a exigir sus derechos como los de cualquier otro ciudadano. Para acabar rápido te daré la receta infalible. ¿Estás listo?
Lo primero que debes de hacer es aceptar que tu vida es completamente aburrida y no te está otorgando suficiente interés. Una vez que hayas dado este paso deberás planear actividades encaminadas hacia la construcción de tu propia vida. Una que incluya amistades, actividades recreativas y una serie de cosas que te mantengan lo suficientemente ocupado en ella, tan ocupado que ni siquiera sientas el deseo de criticar o juzgar la de otros. Una vez completado esto, llegamos al tercer y último paso, que es el de disfrutar tu vida, conectar con tu paz interior y disfrutar el saber que el problema ha desaparecido. El problema estaba en tu mente y ahora eres una mejor persona que no busca pleitos ni trata de arreglar la vida de otros ¿Lo lograste? ¡Felicidades!
Y es que, aunque lo digo con cinismo, lo cierto es que el verdadero problema está en que los seres humanos somos tan horribles que no nos soportamos entre nosotros. Mi pregunta es, ¿cómo hacer para cohabitar el mismo espacio sin terminar matándonos los unos a los otros? Porque claro está que somos muy diferentes, lo sé, algunos más diferentes que otros, pero, ¿a quién le toca decidir lo que está bien o mal? En mi opinión, si no haces daño a otros, tú eres el que decide sobre cómo vivir tu vida. Deja a los demás hacer lo mismo, ¿va?
La familia, esa célula de la sociedad que tanto se defiende, no es algo que haya existido siempre en todas las sociedades a lo largo de la historia. Y mucho menos la conformada por un hombre, una mujer y 19 hijos. Aquí en México, en el periodo de conquista, básicamente se trajo y se impuso para tratar de frenar un poco el degenere total que había. No estoy diciendo que haya sido bueno o malo, sino evidencio que no es algo natural, es parte del orden social que hemos decidido.
Aunque no es natural, ciertamente la familia descrita fue la más común en un periodo histórico en muchos países. Pero en los últimos 50 años aumentó el número de variaciones que podemos atribuir a varios factores, que para resumir solo diré que con la llegada de la posmodernidad aumentaron el número de divorcios y eso obviamente trae nuevas familias ¿por qué? Pues porque quienes se divorciaron rehicieron su vida volviéndose a casar y compartiendo sus hijos con sus nuevas parejas. Ahora bien, muchas de estas segundas nupcias se han hecho con personas de su mismo sexo, te lo digo más claro para que entiendas. Una pareja heterosexual que tuvo hijos se ha separado y uno de ellos, por ej., ella se volvió a casar pero ahora con una mujer y esta nueva pareja convive con esos hijos del primer matrimonio. Pero así como existe esa variante, pues también están las familias que desde un principio fueron formadas por dos personas del mimso sexo y que adoptaron hijos o que fueron asistidos con biotecnología para tener bebés, en fin. Para acabar pronto, hoy no podemos decir que en México la familia tradicional es la más común, no, para nada. De hecho, aquí la más común es la extendida que incluye tíos, primos, abuelos… aquí se usa que se colaboren entre sí y en infinidad de casos cohabiten la misma casa 3 generaciones y varios nucleos familiares. En una encuesta realizada en 2015, el 29% de los hogares mexicanos contaban con un jefe de familia mujer (INEGI, 2015).
Es decir, tenemos muchas familias monoparentales, madres solteras que se hacen cargo de sus hijos y los padres no figuran para nada en la película.
En otro estudio del INEGI realizado en 2015, se encontró que en México 89 de cada 100 hogares son familiares y el resto lo define como no familiares, refiriéndose al hecho de que no existe parentesco de ninguno de los integrantes con el jefe o jefa del hogar. Esta encuesta intercensal informa que, de los hogares familiares, 70 son conformados por padre y madre, 28 se constituyen además de los padres, por otros familiares como tíos y primos. (INEGI, 2015). Esto hace que me parezca verdaderamente absurdo que todavía en México exista el discurso de que la familia está conformada por papá, mamá e hijos. ¿por qué? Bueno pues porque evidentemente ni siquiera es lo que más ocurre. Lo que genera señalamiento hacia algunos tipos de familias. Ahora bien, ¿cuántas familias del mismo sexo hay?
De acuerdo a cifras del INEGI, en 2010 existían 229 mil 473 hogares formados por parejas del mismo sexo de los cuales, 172 mil eran parejas homosexuales y lesbianas con hijos. Aunque se estima que ha aumentado bastante esta cifra.
Para este momento podrás estar pensando que es culpa de la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo. Pues realmente no creo que tengas que agregar adjetivos negativos como culpa. Todos los ciudadanos deben poder gozar de los mismos derechos, así como tienen las mismas obligaciones.
Hablemos del concepto familia, ya en los 60s la terapia familiar sistémica explicaba a la familia como un grupo natural para crecer y para recibir auxilio. El sistema familiar se diferencia del resto de la sociedad y desempeña sus funciones a través de sus subsistemas como el parental. Éste último puede ser ejercido por adultos que llevan o no la misma sangre que los hijos. En muchas ocasiones este rol parental lo ejerce también un abuelo o abuela. La familia es una unión de personas en la que se han elegido para coexistir y es formada por la unión de dos personas que se aman y desean vivir juntos. Así que en este sentido cualquier forma de familia puede otorgar a los hijos amor, seguridad, disciplina, entre muchas otras cosas.
El problema que yo veo es que hay mucha gente que ha tomado la decisión de que son dueños de la verdad y que tienen la autoridad de decir que otros tipos de familia no deben de existir. Pero bueno, ¿qué podemos hacer? Empecemos por ocuparnos de nuestras vidas y promover la paz. ¿Estamos?