Sábado 18 de Mayo de 2024 | San Luis Potosí, S.L.P.

La Fundación Michou y Mau.
¿Cómo evitar las quemaduras en los niños?

Mayra Tristán
Plano Informativo | 07/04/2010 |

Cada día que se cocina la comida, que se baña a un niño o que está en casa, existe el riesgo de que sea víctima de quemaduras; esta afirmación parece exagerada, pero lamentablemente así sucede. Contrario a otro tipo de accidentes, las quemaduras no se presentan en determinada época del año.

Se podría pensar que se presentan más casos de quemaduras en invierno, debido a que se utilizan fogatas y calentadores para mitigar el frío y a que se prenden fuegos artificiales en las celebraciones propias de la época, sin embargo también cuando hace calor hay niños quemados.

Esto porque las familias salen a sus jardines o al campo para comer carne asada, y al momento de encender el quemador, utilizan solventes que pueden provocar una llama grande o que encienden la botella del solvente, y al arrojarla, quema a los niños, que son quienes suelen estar cerca. También en los campamentos, cuando los adultos se retiran a sus tiendas de campaña a dormir, los niños se quedan jugando y comienzan a arrojar cosas a la fogata.

Durante las vacaciones, se presentan accidentes en el hogar porque los niños se quedan solos en casa mientras los padres salen a trabajar, y juegan con cerillos o encendedores; y cuando regresan a la escuela, hay niños quemados porque llegan a planteles en los que se hicieron reparaciones que dejaron contactos eléctricos en mal estado o cables descubiertos.

También están los casos de menores que sufren quemaduras en la cocina porque la mamá pretende enseñarles a trabajar ahí. De cada 100 niños quemados, 95 de ellos sufrieron el percance en el hogar, y 90 se quemaron específicamente en la cocina. Además, se dice que esto solamente le pasa a niños pobres, sin embargo existen casos de niños quemados que son hijos de personas con buena posición económica, con lo que se demuestra que nadie puede quedar exento de que le suceda esto.

De ahí que la prevención se torne en la mejor manera de evitar que la vida de un niño se vea destruida por quemaduras.

UN POCO DE HISTORIA
La Fundación Michou y Mau nació hace 12 años, por iniciativa de la señora Virginia Sendel Iturbide quien perdió a su hija y a uno de sus nietos en un incendio; en el incidente, Michelle falleció intentando rescatar a Mauricio del fuego, y él perdió la vida más tarde en el hospital. A la tragedia sobrevivió Camila, quien a lo largo de estos 12 años ha recibido 14 cirugías para recuperarse de las secuelas de las quemaduras.

La Coordinación Regional Zona Bajío está por cumplir tres años, atiende los estados de Querétaro, Guanajuato, Zacatecas, Aguascalientes y San Luis Potosí, en total, se tienen cerca de 800 niños quemados; cabe destacar que el estado de Guanajuato ocupa el segundo lugar a nivel nacional, en número de niños con quemaduras con 238 menores a lo largo de 12 años que tiene la fundación, el primer lugar lo ocupa el Estado de México, donde Toluca presenta hasta 320 niños quemados por mes.

A pesar de estos números, el coordinador regional de la zona, Gerardo García Lozano, menciona que no existen cifras confiables en el tema, puesto que en cualquier momento un niño puede ser víctima de quemaduras, “y no nos vamos a enterar, y es un niño que no va a llegar al hospital”. Sin embargo señala que de acuerdo a un reportaje, se tiene que hay un aproximado de 6 mil niños quemados al año, por lo que la prevención toma una relevancia significativa.

En el caso específico de San Luis Potosí, al llegar la fundación se tenían detectados a 35 niños con secuelas de quemaduras, pero a lo largo de estos casi tres años que lleva en el estado, se han localizado a 135 menores en todo el territorio potosino. No todos ellos sufrieron las quemaduras durante estos 3 años, hay algunos que experimentaron el percance hace ya varios años y apenas se han puesto en contacto con la fundación.

CÓMO PARTICIPA LA FUNDACIÓN MICHOU Y MAU

La fundación apoya a la ciudadanía con traslado hacia Estados Unidos en ambulancia aérea a niños quemados y un familiar hacia los hospitales Shiners; apoyo, información y orientación a familiares de niños quemados; organizar clínicas para la evaluación y atención de niños con secuelas de quemaduras; programas de desarrollo tecnológico, investigación y enseñanza para médicos mexicanos; fomentar campañas permanentes para la prevención de niños quemados; entre otras acciones.

Cuando un niño es víctima de quemaduras y se avisa a la Fundación Michou y Mau, personal de ella se pone en contacto con el doctor que atiende al menor, el director o subdirector del hospital, y se les pide que tomen fotografías de los daños que ha sufrido el niño, éstas son enviadas a México y a Estados Unidos para que el Comité Médico valore la gravedad de las quemaduras.

Ya en el hospital, el personal de la fundación procede al llenado de un cuestionario para detallar el estado de salud del niño, por lo que la mayoría de la información consiste en datos de laboratorio que permiten observar si el menor presenta hipotermia, desnutrición, deshidratación, problemas renales, problemas pulmonares, etcétera. Con ello se valora la situación del niño y se determina si está en peligro de muerte y si es necesario su traslado hacia un hospital especializado en Estados Unidos.

Para que un niño pueda ser trasladado, se toman en consideración varios aspectos, primero que los padres del menor soliciten la ayuda de la fundación y den su autorización para que sea llevado a Estados Unidos; igualmente, es necesaria la autorización del médico que lo está atendiendo, para saber si está en condiciones de viajar; y que el hospital al que se pretende llevar, tenga una cama disponible. Lamentablemente, a decir del coordinador, los hospitales Shiners, siempre están llenos, y lo peor aún, es que están llenos de niños mexicanos.

Si se tienen todas las condiciones para trasladar al niño, se procede a realizar los trámites necesarios para que pueda ingresar al vecino país del norte, en este proceso se involucran cerca de 50 personas, ya que se requiere de una visa y pasaporte para el menor; con ello, hay que considerar que algunos menores no cuentan con estos documentos, y hay otros que sufrieron las quemaduras al incendiarse su casa, por lo que sus papeles pudieron haberse perdido, si así fue, la fundación debe conseguir los documentos con la escuela, el Registro Civil o alguna otra instancia.

Por si estas complicaciones fueran pocas, hay que sumar el hecho de que muchos de los accidentes se presentan en fines de semana, lo cual implica que el hospital al que llegó el niño no cuenta con doctores especialistas en ese momento y que las instancias necesarias para tramitar los documentos que permitan su traslado, no están funcionando. Finalmente, viene el costo del traslado en avión, que es de cerca de 140 mil dólares a Galveston, 190 mil dólares a Sacramento y 420 mil dólares a Boston.

¿POR QUÉ ES NECESARIO EL TRASLADO?

A pesar de que en México existen numerosos hospitales y personal médico, es una realidad que no todos cuentan con el equipo necesario para atender a niños que sufren quemaduras graves en la mayor parte de su piel. Esto ha llevado al señor Gerardo García, a pensar que a los gobiernos no les interesan los niños quemados, de ahí que uno de los objetivos que se ha propuesto la Fundación Michou y Mau, es lograr que cada estado cuente con un hospital con unidad para quemados. Hasta el momento ya existe unidad de quemados en las entidades de Chihuahua, Ciudad Victoria, Toluca, Veracruz y México.

Actualmente se trabaja en la rehabilitación de la unidad de quemados del Hospital Central “Ignacio Morones Prieto” de San Luis Potosí, que data de 1988, fecha desde la cual, no se le han aplicado recursos ni equipo, al contrario, el coordinador regional de Michou y Mau, menciona que se le ha retirado parte del equipamiento, pues el quirófano con que contaba, fue desaparecido y la habitación se convirtió en un almacén de archivo muerto.

Con el trabajo que se está realizando en el nosocomio, podrá atender a niños con quemaduras hasta en el 60% de su piel. Que los hospitales cuenten con unidad de quemados es importante no sólo para evitar los traslados, sino también, porque un niño que es víctima de un incendio, puede requerir atención durante 3 o 4 meses, o en los casos severos, más de 7, como ejemplo se puede mencionar que hoy en día, hay 3 niños que sufrieron quemaduras en el accidente de la guardería ABC de Hermosillo en junio del año pasado, que todavía están hospitalizados.

Además, después de la atención hospitalaria, es necesario que el niño reciba cuidado para las secuelas de las quemaduras, para ello, la fundación lleva a los menores a Estados Unidos, y también reciben atención en México; al niño se le otorgan terapias y rehabilitación, además de cirugías para que recupere la movilidad en caso de que algún miembro haya sido limitado con las quemaduras, o para retirar deformaciones; por ello, Michou y Mau atiende a los niños que así lo requieren, hasta los 18 años de edad.

CÓMO EVITARLO

Existen muchas formas de evitar quemaduras en los niños, en la cocina recuerde colocar los mangos de sartenes, ollas o cazuelas hacia adentro; colocar lejos de la orilla de la mesa jarras o cazuelas que contengan líquidos calientes; no dejar cerillos ni encendedores al alcance de los niños, ya que ellos buscarán la manera de encender una fogata, y por lo general lo hacen en espacios oscuros y cerrados como el cuarto o el closet para que el fuego se vea. En el baño, mantenga al niño alejado de la tina mientras prepara el agua; coloque secadoras y aparatos eléctricos lejos del alcance de los niños.

En la bodega, cochera o jardín, no permita que los menores se acerquen al asador; guarde productos flamables lejos de la casa y del alcance de los niños; al hacer una fogata, prepare un agujero para la leña. En la habitación, no sobrecargue los contactos de luz con series y aparatos; coloque tapones de seguridad en contactos no utilizados; si prende velas manténgalas fuera del alcance de los niños y apáguelas durante la noche y al salir; compre series navideñas de calidad.

Si se presenta fuego en la casa, algunas recomendaciones que puede compartir con sus hijos son, no esconderse, porque los bomberos no podrán encontrarlo; si hay humo, debe gatear para evitar intoxicarse; en caso de que el fuego incendie la ropa, hay que tirarse al suelo y rodar para apagar las llamas.

Estas son algunas medidas a tomar en caso de incendio, sin embargo lo mejor siempre es evitar que esto suceda, tome en cuenta que en un segundo de descuido, puede ocurrir una tragedia que podría terminar con una vida, no solo al provocar la muerte, sino también en quienes sobreviven, puesto que su vida no volverá a ser igual.

Las quemaduras no solamente provocan dolor al momento en el que se presentan, dejan lesiones que afectan al niño durante un largo tiempo, y cicatrices que pueden quedarse durante toda su vida, lo que los lleva a enfrentarse al desprecio, miedo o indiferencia de quienes los ven, así que la mejor forma de demostrar el cariño hacia un hijo, es previniendo que sea víctima de un accidente.