Francia ya tiene fecha para la eliminación de los autos diésel y a gasolina

Las tecnologías de impulsión amigables con el Medio Ambiente son el futuro. Las marcas y los gobiernos lo saben, aún estamos a tiempo de revertir el daño que le hemos causado al mundo con el consumo desmedido de los combustibles fósiles y al respecto, Francia anunció que en 2040 prohibirá la venta de autos diésel o a gasolina en todo su territorio, ello como parte de la Ley de Movilidades que se aprobó recientemente en el país galo y con la cual se busca llegar a una neutralidad de carbono, reduciendo las emisiones hasta en un 37.5% para el año 2030.

La nueva Ley de Movilidades aprobada en Francia también propone otras medidas en la búsqueda de esta reducción de emisiones, como dotar a los ayuntamientos de la autonomía necesaria para restringir el tráfico bajo sus propios criterios y crear nuevos planes para el uso de la bicicleta y el transporte público.

Es importante recordar que estas medidas han llegado en un momento difícil para el país europeo, que no pasa por tiempos de estabilidad económica, frente a los movimientos internos derivados de los nuevos impuestos colocados a las gasolinas, y por los cuales los “chalecos amarillos” ha provocado disturbios y caos desde hace ya bastante tiempo.

Aun con esto, la verdadera intención del gobierno francés es transformar la manera en la que se mueven sus ciudades y sobre todo abandonar los automóviles de combustión interna, para generar un ambiente mucho mas saludable para todos los habitantes del país europeo, mediante el uso de otras alternativas en movilidad.

Es importante recordar que estas medidas podrían tener un impacto negativo en otros países del continente como España, quien cuenta con una gran cantidad de plantas productoras de automóviles para toda la eurozona y que podrían ver sus exportaciones afectadas por este tipo de medidas.

Habrá que esperar cómo se va dando la resolución a las problemáticas que esta nueva ley genera en Francia y esperar también como afectan estas nuevas medidas a países vecinos productores de automóviles, como Alemania y España, que ahora tendrán que estar atentos a las nuevas resoluciones del país galo y, en la medida de lo posible, acelerar sus planes de electrificación, para ir dejando de lado la producción de autos con motor de combustión interna.