Según un estudio elaborado por IAM Roadsmart (Instituto de Automovilistas Avanzados) y la revista Auto Express, ambos de Gran Bretaña, los que escuchan heavy metal al volante son los que peor manejan.
De acuerdo con información de El Clarín, para la investigación, se analizó el comportamiento de personas que, mientras conducían, escuchaban diferentes canciones:
Sic, de la banda de metal Slipknot: un tema oscuro, bien acelerado.
Shake it off, de Taylor Swift: popero, muy bailable.
Humble, de Kendrick Lamar: puro rap.
Variaciones Goldberg, de Johann Sebastian Bach: música clásica.
La principal conclusión del estudio fue que, "cuanto más heavy y extrema es la música, más errático y peligroso termina siendo el comportamiento del conductor".
En el otro extremo, la música clásica suave hizo que el conductor estuviera demasiado relajado. Por lo tanto, la música pop fue lo mejor "para una conducción controlada".
"Lo que está claro es que el thrash metal reduce realmente la habilidad del conductor para recorrer la pista sin problemas. Es evidente que no hay ayuda cuando se trata de realizar maniobras de conducción exigentes", resumió Tim Shallcorss, de IAM Roadsmart.
Y agregó: "El volumen es el factor más importante para la concentración. Tiene un gran efecto. Sin duda recomendaría a los conductores que reduzcan el ruido al realizar una maniobra, ¡y que guarden el thrash metal para otro momento!".
