Muchas mujeres apostamos por ser mamás después de los treinta años. Sin duda tiene muchos beneficios como:
-
A los treinta asumimos nuestra responsabilidad y tenemos más claro lo que queremos.
-
Claro que hay excepciones pero la mayoría de nosotras a esta edad tenemos una personalidad firme, sabemos lo que queremos y necesitamos.
-
Es más común que a esta edad ya tengamos un trabajo consolidado y no estemos probando de un lado a otro como "estudiambre"
-
Podemos hacernos cargo de la criatura con y sin ayuda. Somos más independientes, decididas y la mayoría contamos con cuenta en el banco con algunos ahorros.
-
Una gran mayoría de las que somos mamás después de los treinta nos embarazamos con plena consciencia .
-
Nuestra madurez y situación profesional y personal nos llevan a tomar la decisión de tener un hijo.
-
Estamos preparadas para afrontar lo que supone un hijo.
-
Seguimos siendo jóvenes pero menos alocadas.
-
En los veinte queríamos viajar y divertirnos. No es que renunciemos a las fiestas, más bien ahora sabemos medirnos y establecer prioridades.
-
Tenemos mayor nivel educativo
-
Ya nos dio tiempo de estudiar, así que somos más cultas y preparadas, Por supuesto tenemos más que ofrecer a nuestros hijos en este sentido.
-
Tenemos una pareja más estable.
-
No sé tú pero yo antes de los veinticinco tenía muchos novios, ninguno formal. Fue casi llegando al tercer piso que tuve una relación más en forma.
-
Planeamos nuestros embarazos
-
No solo el primero, también planeamos si queremos un segundo hijo o decidimos buscar un control prenatal.
-
Ahora ya lo sabes, no te apresures a buscar un embarazo, recuerda los beneficios que obtendrás tú y tus hijos si eres madre después de los 30 años.