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Tamtoc y los caminos del cielo

Irma García
Plano Informativo | 26/03/2010 |


Observar el cielo era parte esencial de la vida de nuestros antepasados, costumbre que hemos perdido pero que el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) intenta rescatar a través de las noches de observación astronómica en varios sitios arqueológicos a lo largo del país.

El turno tocó a la antigua ciudad de Tamtoc, considerada la capital prehispánica de la Huasteca. El sitio arqueológico ubicado en Tamuín abrió sus puertas para que desde su plaza principal pudiéramos observar el cielo nocturno.

Los asistentes pudieron observar el firmamento  con unos planisferios celestes. Además se colocaron telescopios.

Se trata de recuperar la costumbre de observar el cielo y qué mejor lugar para ver las estrellas que en un sitio alejado de las luces citadinas. Al mismo tiempo, es la oportunidad única de visitar una zona arqueológica de noche, dice la arqueóloga Estela Martínez Mora.

Los Caminos del Cielo es una actividad impulsada por el INAH en 12 zonas arqueológicas y que en Tamtoc estuvo organizada por los arqueólogos Guillermo Córdova Tello y Estela Martínez Mora, codirectores del sitio. El objetivo es recuperar la observación de los astros, lograr que se cree un hábito y las personas se den cuenta de lo maravilloso que es observar el cielo.


Martínez Mora recuerda que todas las culturas antiguas se rigieron por el firmamento, aprendieron el movimiento de los astros para las temporadas del año, para predecir eclipses, para conocer el clima.

Martínez Mora señala que las diversas representaciones de Venus que se han encontrado en Tamtoc demuestran la importancia de los astros en la cultura huasteca. Relata con tristeza que fue encontrada una escultura conocida como “los pies del gobernante” que fue utilizada para hacer tiro al blanco hasta que sólo quedaron precisamente los pies.

Añade que la gente que todavía está en contacto con la naturaleza sabe reconocer las señales que ésta nos envía, por ejemplo. Los indígenas tének de la zona, explica la arqueóloga, si ve hormigas saben que va llover, o saben que un viento caliente traerá un norte.

Equinoccio en Tamtoc
La visita a Tamtoc coincidió con el equinoccio de primavera, que este año se dio el día 20 de marzo.

En Tamtoc, como en muchos sitios arqueológicos, el equinoccio tiene un modo especial de percibirse. La ciudad de Tamtoc, explica Martínez Mora, está trazada en un eje Este –Oeste, Norte - Sur. Durante el equinoccio, el sol nace de la estructura Este de la ciudad, lo que se conoce como El Cubilete.  En el solsticio de invierno, el 21 de diciembre, el sol se pone en el Paso de Dios.

El arqueólogo Guillermo Córdova Tello explica que las estructuras conocidas como El Tamtoque y El Cubilete se alinean perfectamente durante el equinoccio. Y abunda: Tamtoc está diseñada en un eje Este –Oeste, Norte - Sur,  el cual está trazado con estructuras que se destacan, que dan la impresión de que su ubicación no es casual.

Aunque no se sabe a ciencia cierta, explica la arqueóloga Martínez Mora, la cultura Huasteca debió tener ritos para el equinoccio de primavera pues era una festividad importante.

Se cree que se realizaban ritos y ofrendas para que la madre tierra les ofreciera alimentos y agua de manera benigna.  Actualmente, ningún grupo indígena realiza en Tamtoc algún tipo de ritual durante el equinoccio.

Martínez Mora concluye que es fundamental la difusión para acercar a los potosinos a la cultura Huasteca, pues la información en el caso de Tamtoc es muy escueta y tergiversada. Es necesario, añade, difundir el sitio y que la gente lo visite, lograr dar  información de calidad, pues más que abrir pirámides se requiere una investigación que nos hable de la vida de la gente que vivía ahí.