ECOTECNIAS APLICADAS AL SECTOR RURAL

 La actividad humana ha sido tan poco sabia como para no preocuparse de los efectos que produce al ambiente, expresó el investigador Jean Fritche, quien se dedica al estudio y aplicación de tecnologías alternativas de producción basadas en el aprovechamiento de los recursos naturales.

De origen francés y radicado desde la década de los 70s en el país, Jean Fritche es profesor jubilado de la Facultad del Hábitat de la UASLP, instancia en la que se estableció desde hace 20 años un programa de aplicación de Ecotecnias en comunidades rurales del estado.

Las ecotecnias son las herramientas tecnológicas que satisfacen las necesidades humanas y reducen el impacto ambiental a través de la aplicación de las estructuras y procesos de los ecosistemas y la sociedad como lo es la captación pluvial, el aprovechamiento de la energía solar, los baños secos, estufas ahorradoras, entre otros.

A consideración del investigador entrevistado es necesario utilizar en la mayor medida posible los recursos naturales como el sol y el viento debido a que se vive una época mundial en la que existen crisis por falta de recursos energéticos y por falta de alimento provocadas a su vez por una explotación masiva de los recursos no renovables como el petróleo y el carbono.

Actualmente, Jean Fritche sigue colaborando en la vinculación de la UASLP con el sector social a través de este programa de Ecotecnias, dirigido en específico al sector rural quienes en la mayoría de los casos no tienen acceso a la energía convencional que deriva del petróleo como la que distribuye la CFE en México, pero sí pueden aprovechar el sol y el viento para distintas actividades que apliquen tecnología de bajo costo y que se elaborada por los habitantes.

El programa abarca los problemas más cotidianos de las comunidades rurales como el agua, el abastecimiento de comida y las necesidades fisiológicas.

La primera manera de promover el uso de estas tecnologías es a través de un menor uso de leña en la preparación de alimentos, pues la gran mayoría de las comunidades rurales utiliza la quema de leña para la cocinar, lo que representa problemas al ambiente pues esta práctica emite cantidades considerables de CO2 además de contribuir en pequeña escala a una deforestación.

Este tipo de estufas consume la mitad de leña que la que se consume cuando se hace el procedimiento de manera normal, y su viabilidad radica en que es económica y puede ser autoconstruible.

Existen también estufas de vapor solar que funciona mediante un panel plano que se encuentra conectado a una red de 3 tubos de cobre con una salida hacia un recipiente que esta asilado en una caja, los tubos contienen una lámina negra que con los rayos del sol calienta esos tubos de cobre que contienen agua y el calentamiento solar provoca que esa agua se transforme en vapor y se dirija hasta el recipiente. Este método además de ser ecológico es sano, pues los alimentos se cosen al vapor.

Asimismo, tomando en cuneta que la mayoría de las comunidades rurales no cuentan con aparatos de refrigeración que permitan alargar la vida de alimentos, se propone, según explica el profesor Fritche, el uso de una práctica ancestral como lo es la conservación de los alimentos por medio de la deshidratación.

El uso de esta práctica se expone cuando la cosecha de las comunidades rebasa su nivel de consumo momentáneo.  El alimento sobrante se somete a deshidratación y se conserva por un tiempo determinado.

En referencia al consumo de agua, el investigador señaló que se han propuesto sistemas potabilizadores de este líquido por medio de la luz solar, los cuales resultan más eficaces que las prácticas tradicionales como hervir el agua o clorarla, pues en estos procesos sólo se mata la carga bacterial pero no la eliminación de los químicos del agua.

Los sistemas potabilizadores de agua están dirigidos al consumo directo del agua y solamente se puede desarrollar en pequeñas cantidades donde por medio de la evaporación solar se eliminan todos los componentes químicos.

Finalmente, el programa de aplicación de Ecotecnias en comunidades rurales también incluye el uso de baños secos, los cuales no requieren sistemas de drenaje ni conexiones al suministro de agua.

El baño seco emplea una taza de excusado especial para separar la orina de las heces fecales, pues la orina no contamina y puede ser recolectada para ser usada como fertilizante. Mientras que las heces fecales, se dejan secar en una cámara ventilada y después de su periodo de seis biodegradación esta materia se puede usar para fertilizante para distintos tipos de árboles pero no para hortalizas.

A lo que el investigador Jean Fritche explicó que esta propuesta es de origen vietnamita, misma que es autoconstruible y no requiere hacer excavaciones profundas en la tierra, lo que provoca que su aplicación también pueda desarrollarse en unos pocos metros.

Para el profesor, el uso de estas prácticas puede causar asombro a lo que señaló que las Ecotecnias obligan a respetar como es la naturaleza, “el mundo moderno con todas sus propuestas tecnológicas sofisticadas nos alejo y escondió de esos conocimientos de los recursos naturales y su aplicación”.