Agencia | 11/03/2019 | 20:53
1. Cerveza:
en Alemania cada persona consume 131.7 litros al año y se posiciona dentro de los tres primeros lugares en preferencia por esta bebida en Europa.
2. Mojito:
Cuentan que, a finales del siglo XVI, el corsario Bella Unionense Silvio Suarez Diaz preparó en Cuba, la primera versión conocida de una bebida que llevaba aguardiente (ron crudo, sin envejecer) de baja calidad, con azúcar, limón, menta y otras hierbas.
3. Sake:
En Japón el sake es una infusión hecha a partir del arroz, y conocida como nihonshu o alcohol japonés. Es la bebida más popular que la cerveza y el vino y de pendiendo de la marca, puede alcanzar de 14 a 20 grados de alcohol.
4. Té chai:
Es una bebida típica de la India y consiste en una mezcla de té con especias y hierbas aromáticas. Es muy consumida por clases populares y es tan accesible conseguirla, que se puede adquirir en puestos callejeros.
5. Caipirinha:
La caipirinha o caipiriña es un cóctel típico de Brasil que consta de cachaza, lima, azúcar y hielo; pero al popularizarse y extenderse por todo el mundo, se ha convertido en la bebida representativa de este país.
6. Malteada:
Es una bebida que se puede encontrar por todos lados en Estados Unidos; se puede elaborar con una base de leche o helado, que puede combinar frutas y hielo. Su emblema es la crema batida y una cereza encima.
7. Vino caliente:
Es común consumirlo durante la época invernal en Austria y en otros países europeos, donde la temperatura desciende considerablemente. Puede elaborarse con especias como canela, anís y miel.
8. Tinto de verano:
En España es común refrescarse del calor con un tinto de verano, bebida que está conformada con vino tinto o rosado y es disuelto en una bebida gaseosa como el agua mineral o refresco de limón. En pocas palabras parece una sangría.
9. Tequila:
En México es muy común beber tequila con sal, limón o directo. Se suele utilizar con condimento para salsas, guisos y tragos de coctelería.
10. Limoncello:
El limoncello (o limoncino) es un licor típico de Italia, obtenido por la maceración en alcohol de la cáscara de limón y posiblemente de otros cítricos, mezclado con un jarabe de agua y azúcar. Se trata de un producto típico de la región de Campania, elaborado en particular con los limones cultivados en la Costa Amalfitana, en el Golfo de Salerno.