San Luis Potosí, SLP.- La iniciativa de Pedro César Carrizales para prohibir las peleas de gallos y reglamentar corridas de toros en San Luis Potosí ha provocado fuertes reacciones y polarización en la población potosina. Por un lado están los que se posicionan totalmente en contra y aseguran que los animales son sometidos a torturas públicas y, por otro lado, los que se mantienen de dicha actividad y que al mismo tiempo califican estas prácticas como arte.
Aún no se prohíben las corridas taurinas ni las peleas de gallos, ni siquiera la discusión ha pasado a comisiones legislativas, pero ya se estipula algunas especificaciones que no se están cumpliendo.
En el artículo no. 72 de la Ley Estatal de Protección a los Animales se establece que los menores de edad no pueden asistir a estas actividades. potosinos simpatisantes denunciaron que pese a que la ley lo prohíbe, se sigue abriendo la puerta a niños, niñas y adolescentes.
“Emitimos un oficio ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) para pedir medidas cautelares, justamente para la corrida pasada, solicitando al Ayuntamiento y a las instituciones correspondientes la restricción de los menores de edad a esta corrida […] Vamos a emitir una queja nuevamente ante Comisión por que sí es necesario que este tipo de medidas sean restrictivas y se prohíba la entrada de menores de edad a cualquier evento taurino”, señaló Lizbeth Muñoz López, integrante del colectivo Antitauromaquia San Luis Potosí.
El 14 de febrero, la diputada Marite Hernández Correa y el diputado autodenominado “El Mijis” presentaron un punto de acuerdo para exhortar a la CEDH, al Ejecutivo y al DIF Estatal para que vigilaran el cumplimiento de las recomendaciones realizadas por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en el año 2015, por medio del Comité de los Derechos del Niño, para prohibir la participación de niñas, niños y adolescentes en las corridas de toros y/o donde se maltrate a animales y puedan ser testigos de accidentes y muertes de animales.
El Punto de Acuerdo fue desechado por 15 votos en contra, tres abstenciones y con cinco votos a favor, incluso varios legisladores argumentaron que la prohibición de menores ya estaba en la ley y que por tanto ya se cumplía.
Los activistas antitaurinos señalaron que a la corrida realizada el 16 de febrero asistieron menores de edad, “aún y cuando la ONU calificó a la tauromaquia como una actividad violenta que perjudica a los niños y que además es una actividad violatoria de los Derechos del Niño por el elevado contenido de violencia, crueldad y tortura, que transgreden su bienestar físico, psicológico, social y mental”, refería el boletín de prensa del diputado Carrizales Becerra.
Por su parte los grupos, personajes e instituciones que están de acuerdo con esta actividad, han dejado en claro en diversos foros que en base a la reflexión y a elementos que son comprobables, buscarán evitar que este tipo de iniciativas prosperen.