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Gregorio Marín Rodríguez
Plano Informativo | 01/03/2010 |
Actualización: Lunes y Jueves.
Al director de Seguridad Pública Municipal, Juan Felipe Sánchez Rocha, le preocupa que muchos adolescentes, casi niños, formen parte de las numerosas pandillas que operan en esta ciudad.
El profesor Manuel López Dávila era más pedagogo que político.
Siendo gobernador del estado hace cuarenta y nueve años, presidió una ceremonia oficial en la que se destacaba el papel de la educación en la formación de nuestros niños. Uno de los oradores manifestó su preocupación por el hecho de que muchos niños y adolescentes desertan de las aulas sin terminar la educación básica, y son frecuencia se incorporan a grupos de malvivientes, pandilleros o simples ociosos.
Maestro por vocación, López Dávila explicó que los niños y adolescentes que abandonan los estudios lo hacen porque se ven obligados a trabajar para contribuir al gasto familiar o en las labores del campo. Tratándose de escolares que viven en las zonas urbanas, dejan la escuela porque reprobaron o porque el padre carece de empleo y la familia sufre los estragos de la pobreza, desavenencias entre los cónyuges derivadas de la penuria resultante o de plano se cae en la desintegración del hogar.
“Demos a esos jóvenes la oportunidad de incorporarse al sector productivo como aprendices en un oficio remunerador, o a desarrollar sus aptitudes en el arte y en el deporte, y no engrosarán las filas de los desocupados y malvivientes”, expresó el mandatario oriundo de Ahualulco.
Actualmente se reconoce a nivel nacional la existencia de millones de jóvenes “Ni Ni” en todo el territorio nacional, es decir, muchachos y muchachas que ni estudian ni trabajan por falta de cupo en las escuelas o porque reprobaron el examen de admisión. Otros muchos no encuentran empleo a pesar de que cuentan con un certificado de estudios de nivel medio o profesional.
Y el colmo de nuestra dolorosa realidad es que cientos de miles de mexicanos emigran a otros países en busca de un medio de vida porque en su propio país se carece de oportunidades.
