"VIVÍ EN ISRAEL 11 AÑOS,
ENTRE LA FE Y EL MIEDO"

Son enemigos irreconciliables. Son enemigos a muerte. Sus diferencias, las guerras y enfrentamientos que han ocasionado se remontan a aún antes del nacimiento de Cristo. Miles de muertos han empapado con su sangre esos territorios y ahí, en esa región, muchos lo admiten, podría iniciarse la Tercera Guerra Mundial, que puede ser la última.

Ahí se habrá de dar el conflicto final  entre el bien y el mal, según textos sagrados como la Biblia y la Torá: el Armagedón.

Pero esa tierra de contrastes inimaginables es también el ombligo del mundo creyente; es el punto crítico de una pugna de fieles; es un mosaico de religiones y costumbres; es el sitio culminante de millares de peregrinos pues ahí encuentran los lugares sagrados y puede ser, también, el último dique que aglutinado en torno a ese centro ecuménico mundial, frene a la humanidad en su loca carrera hacia el holocausto último.

Es Israel o Eretz Yisrael, la Tierra Santa o la Tierra Prometida, como se le conocía desde los tiempos bíblicos. Sus rivales conforman la llamada Liga Arabe y algunos lo rodean, como Líbano en el norte; Jordania al este y Egipto al sur, fronteras reconocidas mediante convenios de paz. Pero negociaciones similares no se han formalizado con Siria ni con Palestina en la zona de Cisjordania.

Ahí, en el centro de ese conflicto que vivió en carne propia, entre ellos la etapa de la Intifiada, estuvo el joven sacerdote que hoy es el superior de la OCD del templo del Carmen en esta ciudad, fray José Alberto Palestino Soriano, oriundo de Río Blanco, Veracruz. El tiene apenas 5 años de ordenado y lleva 18 como religioso, pero vivió 11 años en el Oriente Medio, la mayor parte de ese tiempo en la zona portuaria de Haifa.

Invitado por Roma en su calidad de religioso, el padre Palestino Soriano llegó primero a Egipto, en 1999, donde estuvo 2 años y de ahí se trasladó a Israel tras haber aprobado cursos de los idiomas inglés e italiano. El primer sitio de alojamiento para el entonces jovencito fue el Hotel Notre Dame, que depende del Vaticano pero que también da alojamiento a turistas de todas las nacionalidades.

Luego se trasladó al barrio de Shubra, “uno de los más típicos de Tel Aviv o Jerusalem y en el que se encuentra el templo de Santa Teresita, patrona muy socorrida por los jóvenes estudiantes ya sean católicos, judíos o musulmanes que piden su intercesión para salir bien librados en los exámenes escolares”, nos cuenta sonriente.

LAS CRUZADAS Y PARTE DE SU HISTORIA

De acuerdo con información histórica recopilada , entre 1096 y 1244 por motivos que estuvieron fundamentados, bien o mal, en el sentido religioso, la pérdida del poder de Bizancio y la imposibilidad de peregrinar a Jerusalem, la nobleza europea fue la principal impulsora de las Cruzadas.

En 1099 tuvo lugar la primera de ellas y culminó en forma exitosa para los católicos con la conquista de Jerusalem y el posterior establecimiento de cuatro estados cruzados en el Oriente Medio, entre ellos el propio Reino de Jerusalem. El costo de estas acciones fue por demás sangriento, pues quienes portaban la cruz en el pecho realizaron una cruenta matanza que no respetó ni a judíos ni a musulmanes

Lógico resulta que en años posteriores la venganza transformada en guerras se haya agudizado, como entre 1916 y 1929, cuando los árabes decidieron lanzar ataques contra comunidades judías que tuvieron graves consecuencias, que también impactaron contra los peregrinos a Tierra Santa.

Pero lo que se considera el paso esencial de lo que fue el fortalecimiento del estado judío se dio entre 1987 y 1991, cuando una oleada migratoria de ellos provenientes de diversos países se asentó en la Tierra Prometida, lo que influyó preponderantemente para el desarrollo  demográfico y económico de Israel.
 
LO QUE ACRECENTÓ LA PUGNA

Como concepto central de lo que es el judaísmo –nos relata el fray José Alberto-, Israel ha sido el eje desde hace más de 3000 años. El Mandato Británico de Palestina, que llevaba la intención de crear un hogar nacional para los judíos fue aprobado después de la Primera Guerra Mundial por la Sociedad de las Naciones, antecedente de la ONU.

Pero prácticamente lo que vino a reavivar la hoguera ocurrió en 1947, año en que las Naciones Unidas aprobaron  la división de Palestina en dos estados, uno judío y uno árabe; mas el 14 de mayo de 1948 Israel declaró su independencia, lo que acarreó como secuela en ese mismo año la primera guerra contra sus vecinos, que se negaban a aceptar el plan dictado por las Naciones Unidas.

Enfrentamientos posteriores entre judíos y árabes consolidaron la independencia de los primeros –dice el religioso y lo confirman los acontecimientos-, pero sucesivas victorias de los israelíes en lo que ha sido una serie de guerras en los años siguientes ratificaron su independencia y ampliaron las fronteras de su  Estado, de una forma que fue más allá del Plan de Reparto de la ONU.
  
Se puede decir que desde entonces, Israel ha estado en enfrentamiento permanente con muchos de los países árabes que lo acechan, lo que ha generado conflictos armados y décadas de violencia que continúan hasta nuestros días, pues desde la histórica  fundación, las fronteras que lo marcan e incluso su propio derecho a existir ha sido cuestionado por innumerables voces con los más disímbolos argumentos.
 
ISRAEL, TIERRA DE ZOZOBRA Y FASCINACIÓN

El arribo de fray José Alberto al Oriente Medio le significó un cambio radical; acostumbrado a la tranquilidad de su hogar y al carácter alegre y jacarandoso de los veracruzanos, de pronto se vio en un ambiente de miedo general en Israel, que es blanco de constantes atentados terroristas, principalmente por parte de los palestinos.

“Ahí las revisiones a los habitantes son una constante; los cuerpos de seguridad siempre están alertas y cuando alguien deja por ejemplo un maletín, una bolsa o un portafolios olvidado cerca de una tienda comercial o un mercado, el pánico prende y enseguida se da aviso a las autoridades. Un robot programado para desactivar o hacer explotar la bomba entra de inmediato en acción y el peligro se conjura”, dice el sacerdote.

Las inspecciones exhaustivas se remarcan en los aeropuertos, consulados o sitios que pueden ser blanco de los terroristas.

Cuando pese a todas las precauciones los resultados son funestos, después del estallido de una bomba el miedo “se siente” en las calles, llega a todos los lugares aún a los sitios de oración como los templos católicos o las sinagogas.

Un conflicto casi constante, mantiene la alerta permanente entre los isralíes y relatar todas las guerras que han enfrentado puede llevar demasiado espacio, aunque destacan la del Sinaí, que tuvo sus orígenes en la nacionalización del Canal de Suez por parte de Israel. Francia e Inglaterra se aliaron secretamente con los judíos y al final, representó una derrota completa para los egipcios.

Otro enfrentamiento armado a destacar es la Guerra de los Seis Días. Esta tuvo lugar en 1967, también contra los egipcios. Como consecuencia Israel conquistó la península del Sinaí hasta el Canal de Suez e inició un plan de colonización. En 1973 Egipto recuperó la ribera del canal durante la llamada guerra de Yom Kipur. Los israelíes se repusieron de los ataques y en contraofensiva llegaron a 101 kilómetros de El Cairo.-

Finalmente, cabe mencionar la guerra y ocupación del sur de Líbano que dio pie a la sitio por parte de Israel, durante cerca de 20 años, de una franja de terreno al sur de Líbano denominada “zona de seguridad” debido a los ataques constantes que desde esa parte se producían por parte de los grupos armados palestinos.

 
SOMETIMIENTO DE LAS MUJERES AL VARÓN

Tres son las religiones principales en Israel –dice el padre Palestino Soriano- y menciona cifras aproximadas: El judaísmo, 76%; Islam, 16% y el cristianismo en el que predominan los católicos, con 2.1%, aunque también hay otras minorías como drusos, bahá’is e incluso budistas.

Las costumbres familiares por tanto son diferentes. El sacerdote mexicano tuvo mayor convivencia con amigos y familias judías, que muestran mayor apertura hacia los extranjeros; él los define como los cáctus, “espinosos por fuera, pero por dentro son un amor”.

Sin embargo aún entre los judíos la convivencia entre parientes es diferente, pues por ejemplo las mujeres ultraortodoxas son más recatadas, obedientes y sujetas al marido. Empero entre otras la modernización es muy abierta, una copia de la moda europea, y usan shorts y blusas muy abiertas. Situación similar se observa entre el sector femenino cristiano.

Donde las cosas cambian es en la religión islámica pues la sujeción de las mujeres hacia el varón es casi total y en los hogares el que tiene el mando y la voz principal es el abuelo y en caso de faltar éste, el marido de la fémina.

Ellas se cubren con la famosa Burka, máscara hecha de piel o de tela tiesa que visten principalmente las mujeres en los países del Golfo Pérsico. Les tapa toda la cara, a excepción de los ojos.

Lo complementan con el Chador, un cuadrado de tela que cae desde la cabeza hasta los tobillos y se sujeta con la mano o con un broche bajo la barbilla. Es tradicional en Irán y las mujeres shiíes libanesas.

El Abaya es un manto negro con abertura para los brazos que cae desde la cabeza hasta los tobillos y generalmente también se lleva en los países del Golfo Pérsico.

Pese a ese sometimiento femenino –dice el padre carmelita-, la tolerancia de los maridos se manifiesta en las fiestas familiares o muy privadas, en todas las cuales se divide en grupos a hombres y mujeres. Las damas pasan al Harem, que son las habitaciones privadas de la casa, o habitaciones de ellas.

Ahí, aunque sea por unas pocas horas, gozan de la libertad de despojarse de sus recatadas ropas tradicionales y se  transforman, -según conoció el padre Palestino Soriano de algunas personas- en damas que bien pueden compararse con modelos europeas, tanto por su belleza como por su elegancia. Se arreglan el cabello y se pintan uñas de pies y manos, sombrean sus ojos y se maquillan el rostro, pero solamente entre ellas conviven.

Cuando la fiesta termina, el sueño para ellas también. Vuelven a vestir sus ropas tradicionales y la sujeción al varón continuará permanentemente.

Ese sometimiento, que para los occidentales podría calificarse de crueldad, se manifiesta al grado máximo cuando la mujer cae en la infidelidad y es sorprendida; entonces son apedreadas y muertas públicamente. En otros países, como Arabia Saudita o Egipto, a la mujer que es descubierta sin cubrir su cara con el velo tradicional, se le aplican latigazos.

El padre Palestino Soriano conoció del caso de dos hermanas, una de las cuales era víctima frecuente de violencia por parte de su marido. La otra le decía que no era posible que soportara esa situación, a lo que la afectada le respondió: “No te metas, es mi vida y sólo yo decido”.

Pero los puntos de vista son diferentes –señala-, porque nosotros pensamos a lo occidental y para ellos, pensamos “a lo malo”.

En las familias musulmanas, como lo señalamos en párrafo anterior, los abuelos llevan el control sobre el hogar pero ya en lo que es la comunidad, quienes tienen el control son los shej, personas por lo regular de edad avanzada que manejan todo.

El llamado tiempo de la oración lo practican los musulmanes por la mañana, al mediodía y antes de que se meta el sol, hincados y en reverencia hacia el lugar sagrado, La Meca. Aunque para algunos este es un ritual que tiene mucho de apariencia, con esto ellos hacen notar su presencia y que el pueblo israelí, principalmente, los tome en cuenta.

LO QUE UNE A LAS TRES GRANDES RELIGIONES

Si bien en buena parte de la información se resaltan las diferencias que hay entre los  pueblos del Oriente Medio, fray José Alberto Palestino reitera que Israel es el mayor centro ecuménico del mundo y si bien la religión judía no reconoce a Jesús como el Mesías (incluso en lugar de Yeshua que significa enviado de Dios, pronuncian su nombre como Yeshu, que quiere decir que su nombre sea borrado), existen en cambio muchas cosas que los unen con los cristianos y musulmanes.

Una de ellas es que en las tres se reconoce la existencia del profeta Elías. Para católicos y musulmanes éste fue conducido al cielo en un carro de fuego y aunque no murió, su presencia ya no es física en la Tierra; pero para el pueblo judío el profeta Elías es el Mesías que vendrá a redimirlos.Otra de las afinidades es que tanto cristianos, como judíos o el Islam son religiones monoteístas.

En cuanto al Armagedón, descrito en los textos sagrados como la lucha final entre las huestes del bien y el mal, en la literatura apocalíptica cristiana vendrá a ser el lugar de la batalla donde se congreguen los ejércitos de los reyes de la tierra para hacer la guerra. Uno de los bandos será conducido por la Bestia y el otro por Cristo, de cuyo encuentro el bien saldrá vencedor.

De acuerdo a datos obtenidos. Armagedón deriva del monte Megido (Har Meggido, en hebreo), el sitio donde ocurrió la célebre batalla de Megido en el siglo XV antes de Cristo y otras dos más en los años 609 a.C. y 1918.

Los textos bíblicos dicen que la batalla del Armagedón se llevará a cabo antes del milenio. La Bestia se reunirá en Megido para luchar contra Dios, pero Jesucrito y sus ejércitos derrotarán al maligno, arrojando por ultimo al  anticristo junto con el falso profeta al lago de fuego, mientras Sataná será atado en el fondo del abismo por el tiempo que dure el reinado de Jesús y sus santos en la tierra.

Y para muchos creyentes, tras haber triunfado, el bien reinará en el mundo hasta el final de los tiempos.