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LA COMPOSTA

Francisco Velázquez
Plano Informativo | 24/02/2010 |


En México los residuos sólidos se clasifican en tres: residuos peligrosos (RP), residuos de manejo especial (RME) y residuos sólidos urbanos (RSU), estos últimos al acumularse generan contaminación pues no se reincorporan a la naturaleza en un corto o mediano plazo.

Según la Ley de Residuos, los RSU son aquellos que se generan en los domicilios particulares, comercios, oficinas y servicios, y en esta división entran todos aquellos que no tengan la calificación de peligrosos y que por su naturaleza o composición puedan asimilarse a los producidos en los anteriores lugares o actividades.

Generalmente los RSU son catalogados como problemas ambientales a resolver pues además de contaminar el suelo, aire, ríos, lagos, mares, plantas y animales afectan a los asentamientos humanos en donde se generan y a los ambientes rurales que los rodean.

Para poder reducir el impacto que estos residuos causan al ambiente se ha establecido en el país La Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos (GIRSU), la cual es entendida como un  “conjunto articulado e interrelacionado de acciones normativas, operativas, financieras, de planeación, administrativas, sociales, educativas, de monitoreo, supervisión y evaluación, para el manejo de residuos, desde su generación hasta la disposición final, a fin de lograr beneficios ambientales, la optimización económica de su manejo y su aceptación social, respondiendo a las necesidades y circunstancias de cada localidad o región”.

En el manejo tradicional de RSU, los residuos generados son recolectados e inmediatamente se depositan; en otros casos, estos residuos no se depositan en un lugar específico y se dispersan y acumulan provocando contaminación al ambiente.

En la búsqueda de alternativas a la disposición final de RSU se ha planteado la política de las “3 Rs”, en donde propone la Reducción en la generación que, a través de un cambio en los patrones de fabricación y de consumo de los satisfactores humanos, disminuye la cantidad de los residuos generados. La segunda etapa es el Reuso que consiste en volver a usar un residuo para el mismo uso original o para otro uso y la última etapa es el Reciclaje que se define como la transformación de un residuo en un nuevo satisfactor.

En este sentido, el reciclaje representa una forma de tratamiento de los RSU, enfocada en convertir un residuo en un producto útil.

Dentro las opciones para convertir los residuos en productos útiles se encuentra el compostaje, definido como el proceso biológico aeróbico en el cual los microorganismos actúan sobre la materia biodegradable como restos de cosecha, excrementos de animales y residuos sólidos urbanos para obtener  "composta", que es un abono utilizado para la agricultura.

En síntesis, el compostaje es un proceso de transformación de la porción orgánica de los RSU en un producto útil que es la composta, la cual se utiliza como abono; por lo que con su aplicación se contribuye a la mejora del suelo y a la promoción de la cultura del reciclaje. 

En su página electrónica, el Instituto Nacional de Ecología (INE) define a la composta como el producto de la degradación aeróbica de residuos orgánicos y señala que de acuerdo a la Real Academia Español el nombre correcto es “compost” y significa “humus obtenido artificialmente por descomposición bioquímica en caliente de residuos orgánicos.”

Además, el INE indica que la composta es un mejorador del suelo porque favorece la aireación y la retención de humedad y mejora su estructura, favorece el almacenamiento de nutrimentos y su disponibilidad para los vegetales y la absorción de los rayos solares debido a su color oscuro y, por tanto, el aumento de la temperatura del suelo en ciertas estaciones del año.

El proceso de compostaje puede disminuir notablemente la cantidad de RSU que son liberados al ambiente o depositados en un tiradero municipal o relleno sanitario pues según datos de esta instancia federal la porción orgánica de los RSU en México es de aproximadamente el 50%.

El compostaje puede ser aplicado por las administraciones públicas municipales del país ya que son quienes tienen las mayores oportunidades de fomentar el desarrollo de este proceso de RSU.

De esta forma, el Sistema de Publicaciones del INE publicó en 2006 el Manual de Compostaje Municipal en el que se indica que este proceso es una opción que permite a las autoridades municipales la reducción de hasta un 50% en el peso de los residuos que vayan a ser almacenados en un sitio de disposición final.

En este manual elaborado por Marcos Arturo Rodríguez Salinas y Ana Córdova y Vázquez se informa que en México las primeras plantas de compostaje en México se construyeron a finales de la década 1960 y principios de la década 1970.

Un estudio realizado por el INE en el año 2005 identificó 61 plantas de compostaje que estaban operando o que hubieran operado en algún momento en la zona centro del país, las cuales son operadas principalmente por instituciones educativas o por las autoridades de los gobiernos municipales.

El mayor uso que se le da a la composta es para el abono de los jardines y áreas verdes de las ciudades.

Este tipo de proceso de transformación de RSU en composta es desarrollado en la capital del estado, en donde según el reporte de la Dirección de Servicios Municipales recientemente se obtuvo composta luego de procesar alrededor de 3 mil pinos o árboles navideños, que fueron depositados en los centros de acopio que se instalaron en la ciudad luego de la temporada navideña, y la cual se utilizó como abono para los jardines de la ciudad.

Los beneficios de la aplicación del proceso de compostaje representan un impacto menor al ambiente pues los RSU no son vertidos en un tiradero y por ende no se genera metano, un gas de efecto invernadero producto de la degradación anaeróbica de residuos orgánicos y que contribuye al calentamiento global de la Tierra ya que contamina 21 veces más que el dióxido de carbono (CO2).

Además, con su uso se contribuye el mejoramiento del suelo en la agricultura y el mantenimiento de parques y jardines.

El proceso para la elaboración de composta requiere de oxígeno (aeróbico) y agua en cantidad suficiente pues genera cierta cantidad de calor (proceso exotérmico), bióxido de carbono (CO2) y vapor de agua.

Comenzar a desarrollar este tipo de proceso de transformación de los RSU en un producto útil como la composta puede ser aplicado desde el hogar y dentro del Manual Compostaje Municipal publicado por el INE en 2006 se incluye un capítulo referente a la producción de composta doméstica y que puede ser consultado en la siguiente dirección electrónica: http://www2.ine.gob.mx/publicaciones/libros/499/produccion.html
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