Sábado 18 de Mayo de 2024 | San Luis Potosí, S.L.P.

ECOPRODUCTOS

Francisco Velázquez
Plano Informativo | 17/02/2010 |


Para Andrés, un empleado de la función pública estatal, hoy es un día normal. Tras levantarse, se bañará y en su aseo personal utilizará jabón y shampoo. Luego de una hora en su oficina, tomará café en un vaso de unicel y después utilizará su calculadora. Al llegar a casa, comerá y después utilizará jabón y desinfectante para lavar sus utensilios.

Sin embargo, las acciones que para Andrés resultan normales pueden no serlo pues olvidó que existen productos de aseo personal que tardan en desintegrarse más de 70 años. Una pila daña hasta mil litros de agua mientras que el plástico se desintegra en 350 años y el unicel en 500. De ello no se percató.

Resulta difícil imaginar un día sin que Andrés tenga un día “normal” desistiendo del uso de esos productos. Aunque sea cuestionable, el ser humano consume para subsistir, sin embargo existen maneras para hacer que este consumo sea menos dañino al ambiente.

En San Luis Potosí, la Asociación Civil Ecoparadigma, un Centro para la sustentabilidad que promueve la cultura ambiental, cuenta con un proyecto creado con el fin de ofrecer productos que puedan sustituir a los comúnmente utilizados y que dañen menos al ambiente y a la salud de personas y mascotas, los cuales son definidos como ecoproductos.

El nombre del negocio es “Econoia” y se compone por las palabras “oikos”, palabra indoeuropea que significa la casa del jefe mayor (la madre tierra) y “nos” que significa cambiar los hábitos.

En términos comerciales “Econoia” se autodefinida como una empresa social y ambientalmente responsable que propone, invita y desarrolla una serie de servicios para mejorar la calidad de vida a fin de generar una red de consumo responsable.

Algunas de las razones para consumir ecoproductos son que éstos son de calidad tanto en sus procesos como en su materia prima y porque cuentan con bajo impacto al ambiente debido al control en el ciclo de vida del mismo.

En el negocio se pueden encontrar desde desechables, alimentos, productos de limpieza, de aseo personal, aparatos tecnológicos y hasta regalos.

Conformar este proyecto tomó más de dos años pues se tuvieron que visitar laboratorios que fabricaran los productos deseados, y para poder ofrecer otro tipo productos se realizaron visitas a quienes lo producían.

Entre los artículos ofrecidos se encuentran lámparas solares con fotocelda, con la que además de ahorrarse dinero se deja de contaminar pues ésta no utiliza pilas y ello impide que una pila dañe mil litros de agua.

En este punto, Adrián Figueroa Hernández, integrante de la asociación civil Ecoparadigma, comentó que al utilizar los ecoproductos se demuestra que a través del consumo los ciudadanos cuentan con la capacidad de tomar decisiones para apostarle a tener una mejor calidad del ambiente.

En referencia a las lámparas solares, el entrevistado detalló que con su uso se promociona la cultura de la energía solar, de la cual México se encuentra rezagada y que se recomendaría su análisis pues este tipo de energía también puede ser utilizado para la iluminación de una ciudad.

Comentó que algunos países del mundo utilizan esta energía para la iluminación de sus ciudades, y que de proponer algo similar para San Luis se producirían múltiples beneficios pues se dejarían de pagar los más de 8 millones de pesos mensuales que cuesta el alumbrado público.

Para poder desarrollar un sistema de iluminación solar en la ciudad de San Luis, se requiere, según indicó en la entrevista, la voluntad y disposición de las autoridades para ver la propuesta como una inversión que tendrá un costo económico pero que a dos años resultará benéfica pues se reducirán otros tipos de costos.

En la tienda de ecoproductos también figuran alimentos orgánicos, lo que favorece el desarrollo del “comercio justo”, pues se beneficia directamente a las comunidades que producen ese tipo de alimentos a diferencia de los lo ofrecido por firmas transnacionales donde el beneficio se queda en propiedad de los empresarios.

Dentro de esta gama de ecoproductos alimenticios se pueden encontrar “frituras” hechas a base de amaranto orgánico, que es el cereal más completo a nivel mundial pues consumir 40 gramos de éste equivale al valor de proteínas contenido en un vaso de leche. También se ofrecen como galletas hechas con harina de amaranto orgánico y cubiertas de jalea de fresa, piña y chispas de chocolate.

Cuando se consume este tipo de ecoalimentos se comprueba que su sabor es agradable, sin embargo el posicionamiento de los mismos en el mercado es sumamente difícil pues compiten contra grandes compañías transnacionales que invierten una enorme cantidad de dinero en publicidad.

En Econoia también se pueden encontrar artículos desechables como vasos, platos, cucharas y tenedores, elaborados con polímeros de maíz que tardan en desintegrarse 4 meses, a diferencia del plástico que se desintegra en 350 años o el unicel en 500.

La apuesta es intentar consumir los productos señalados pues la experiencia en el consumo de artículos que aparentemente son normales revela que detrás de ellos existen costos ocultos que en un futuro cercano producirán un efecto en el ambiente.

Sin embargo, el objetivo del proyecto Econoia no es decirle a la gente que deje de consumir si no que consuma responsablemente productos seleccionados con el conocimiento de que su uso tiene un impacto menor en el ambiente.

Bajo esta perspectiva, también se pueden encontrar artículos de higiene y aseo personal que durante su proceso de elaboración no gastan recursos energéticos o naturales.

Los ecoproductos de limpieza son viables en virtud de que tienen la misma o mejor propiedad que los comerciales pues también están combinados con desinfectante y se pueden encontrar desde líquido para la limpieza de automóviles; limpiadores de vidrios y ventanas; detergente líquido y desinfectante de baños y multiusos con desinfectante con aromas diversos así como las llamadas Ecoesferas que es una aplicación de tecnología moderna para lavar la ropa sin usar detergente, lo cual es recomendable pues es más económico que los detergentes comunes y no contamina y se ahorra agua y suavizantes de tela.

Econoia es también un negocio que ofrece productos ecológicos relacionados con el cuidado de la salud de las personas como lo son cremas para diferentes tipos de pieles, desodorantes, enjuagues bucales, geles antibacteriales, shampoo de cuerpo y para el pelo, el cual se puede encontrar para niños y adultos.

Se recomienda utilizar este tipo de ecoproductos relacionadas con el aseo personal ya que son biodegradables y no provocan alergias pues los procesos y materiales con que se hacen son de calidad.

No obstante, Adrián Figueroa expresó que el competir con empresas transnacionales que ofrecen productos similares pero que son elaborados mediante otros métodos provoca que los ecoproductos no sean conocidos, por lo que sugirió que la gente los consuma para comprobar la efectividad de los mismos lo que a su vez detonará la conciencia en los ciudadanos para convertirse en consumidores responsables.

Al visitar el establecimiento se podrá observar cómo una cáscara de naranja puede ser utilizada para hacer un joyero o demás ecoregalos, elaborados con artesanía reciclada con el fin primordial de mostrar que los desechos o lo que aparentemente no sirve puede tener otro destino.

Los ecoproductos ofrecidos son útiles para la gente pues nunca le serán inservibles. Econoia propone ser parte de una red de consumo responsable del cual uno puede ser parte con acciones sencillas como escribir con bolígrafos hechos con polímero de maíz, los que contienen una semilla de una flor llamada estrella, la que al ser enterrada junto con la pluma se desintegra y unas semanas después da vida una planta. Sí, una planta.


La apuesta entonces es por el consumo responsable entendido como el consumo de productos que favorezcan la conservación del ambiente y que dañen menos la salud de las personas, a lo que el entrevistado especificó que no todo lo que se ofrezca como “ecológico” es bueno, pues el análisis de  los ecoproductos tomó a Ecoparadigma más de dos años de investigación ya que se tuvieron que realizar distintos protocolos de investigación y fichas técnicas de cada producto que se pretendía ofrecer para poder asegurar que con su uso se promovería la cultura ambiental.

Quien deseé obtener más información sobre las distintas actividades que ofrece el Centro Ambiental para la sustentabilidad “Ecoparadigma”, puede consultar la página electrónica www.serviciosmexico.com.mx/ecoparadigma/menu.html, y para los que estén interesados en obtener más información sobre los distintos tipos de ecoproductos pueden ingresar al portal electrónico del negocio www.econoia.com.mx/index.html.

Econoia:

Av. Cuauhtémoc No. 725

Barrio de Tequis

San Luis Potosí, México.

CP 78250