Cerberus Capital, un fondo de inversión que en dos décadas de existencia ha apostado miles de millones de dólares a empresas de los sectores energéticos, la construcción, los cosméticos o la industria automotriz; que también un día compró papeles de deuda del gobierno argentino, ahora es candidato a comprar el 40% de la operación de Movistar México.
Esta es la primera ocasión en que el nombre de un potencial comprador de un paquete bien definido del negocio mexicano de Movistar suena en los mercados. La última vez que se supo de un posible oferente ocurrió hace dos años, con el eco de marcas como Verizon, Sprint y SoftBank, pero entonces nunca se habló de un monto económico ni de una partición particular en compraventa.
La referencia más cercana y posible sobre el valor actual de Movistar en México se conoció en Madrid hace unas semanas, cuando medios de ese país informaron que Telefónica vendería toda su operación mexicana en un tope máximo de 1,900 millones de euros, pero la compañía rechazó inmediatamente la información, por lo que todavía se desconoce en cuánto dinero compraría Cerberus Capital su 40% de Movistar.
Informaciones de la prensa económica y especializada en telecomunicaciones de España y Brasil coinciden en que los accionistas del Grupo Telefónica autorizaron en octubre pasado la venta parcial de las unidades de Movistar en Centroamérica y México, como una manera generar liquidez para aminorar la deuda de 43,600 millones de euros que enfrenta la matriz de Telefónica en lo que va de 2018. Movistar en México fue contactada vía electrónica para conocer su posición acerca de esta información y de momento recomendó enviar la solicitud a su matriz en España, donde se ha originado la misma.
Grupo Telefónica está dispuesta a vender el 40% de Movistar México a Cerberus y el 40% de lo que Movistar aún posee en Centroamérica a otro operador de telecomunicaciones, y allí el candidato es Tigo de Millicom International Cellular, una compañía de origen nórdico que ha hecho un buen negocio en mercados pequeños y de menor atractivo para los grandes jugadores del sector, como DirecTV de AT&T, América Móvil y la misma Telefónica.
Cerberus Capital, con una cartera activos valuada en más de 30,000 millones de dólares al cierre de 2017, estaría entrando al negocio de las telecomunicaciones en México, aunque sólo como tenedor de un paquete accionario de Movistar, pues Grupo Telefónica mantendría el control de la empresa y su operación diaria.
“Este plan, de concretarse definitivamente, responde al objetivo de Telefónica de disminuir la deuda que tiene contraída; hoy en más de 43,000 millones de euros y no hace mucho en unos 52,000 millones. Si vende una parte de México y otra de Centroamérica, tendrá margen de maniobra para pagar deuda y mantenerse en esos mercados donde también tiene aprietos”, expone Gerardo Mantilla, experto en telecomunicaciones y exregulador en Conatel. “Este fondo no tiene la experiencia necesaria para gestionar telecomunicaciones; no es su enfoque natural, por eso el hecho de que Telefónica venda una parte es porque quiere mantener la operación”.