La reforma educativa se quedó en intento: Mario García Valdez

El también ex alcalde capitalino señaló que "antes de la reforma emprendida por el gobierno de Enrique Peña Nieto, el control político de los maestros era del sindicato; de tal manera que el principal propósito de estos cambios fue quitarle al sindicato ese control político y administrativo de la educación ¿cómo? quitándoles el control sobre las plazas, 'pero ahora yo lo voy a tener hacer, sí, pero lo haré mediante una evaluación, voy a evaluarte a ti como profesor y entonces yo determino si puedes ingresar o no' a las filas del magisterio , ya no el sindicato".

García Valdez reconoció el valor que tienen las evaluaciones en cualquier tipo de trabajo, ya que son "una herramienta muy importante y muy útil, pero la forma de implementación, el propósito, el acompañamiento de las evaluaciones al magisterio, lo que reveló fue que el verdadero fondo de la reforma fue despojar al sindicato del control político y del control de las plazas  de nuevo ingreso para que fuera ahora la autoridad la que las pudiera manejar. Evidentemente había muchos vicios que había que atender".

Insistió en que uno de los principales problemas fue precisamente "que no se centra en la cuestión educativa, porque cuando sometes a un maestro a la evaluación puedes perder la estabilidad laboral".

Consideró también que al reducir esta evaluación a una herramienta de coacción, el profesorado se ve presionado, lo que puede no favorecer el desarrollo real de la educación.

En una reforma educativa, señaló García Valdez, habría que no perder la intención, habría que corregir lo que se tenga que corregir, a través de una capacitación permanente de los profesores, sin la espada de Damocles sobre su cabeza, una mejor infraestructura educativa, tutorías, evaluación de la propia sociedad, pero como reforma no llegó a ser, se quedó en intento.