Un aspecto que preocupa a la mayoría de las personas es perder la memoria, la cual se define como la capacidad de retener, guardar y evocar experiencias pasadas o información aprendida.
Todo el conocimiento que una persona acumula durante su vida está almacenado en la memoria a largo plazo. Por tanto, para poder recordar en el futuro, debemos aprender la información correctamente, guardarla y poder recuperarla.
Resuelve acertijos y otros juegos de ingenio.
Mejora tu capacidad ambidiestra. Usa tu mano no dominante para realizar tareas como peinarte, lavarte los dientes, mover el ratón, intercambia el cuchillo y tenedor de manos comiendo.
Fíjate en la ambigüedad, juega con las ilusiones ópticas.
Aprende a realizar mapas mentales.
Bloquea alguno de tus sentidos para realizar actos cotidianos: come con una venda en los ojos, báñate con tapones en los oídos.
Desarrolla el sentido del gusto. Trata de apreciar y distinguir sabores independientes, como quesos, vinos, cervezas.
Encuentra puntos en común entre situaciones aparentemente sin relación.
Busca nuevos usos para objetos cotidianos. Cuantas formas de aprovechar un bolígrafo encuentras, 10, 100, 150.
Organiza argumentos para rebatir tus propias opiniones, para que estés seguro de tus ideas.
Aprende técnicas de creatividad, realiza actividades lúdicas.
Ve más allá de la respuesta evidente.
Utiliza el pensamiento lateral.
Invierte tus suposiciones sobre problemas y asume éstas como verdaderas.
Pregúntate más a menudo ¿Qué pasaría si...?
Mira las fotos al revés.
Duerme lo justo. Ocho horas diarias es una buena opción
Piénsalas bien, pero toma decisiones.
No uses lo último en tecnología para todo, hay cosas que se pueden hacer con viejas técnicas.