¿Para qué someterse a las dificultades de un aeropuerto cuando un vehículo puede llevarlo de una ciudad a otra con más comodidad y privacidad que las de un avión y, lo mejor, puerta a puerta? Esa es la premisa que originó la creación de esta propuesta modular de cuatro usos potenciales.
Cama, oficina móvil, sala de estar o espacio de entretenimiento son las cuatro propuestas de habitabilidad del Volvo 360c. Sin embargo, la idea de Volvo es competir con los vuelos locales, de ahí que esté trabajando en un sistema de comunicación estandarizado que permita un diálogo permanente entre los vehículos autónomos terrestres, sin importar su marca o procedencia.
El 360c comprende los sonidos externos, identifica colores, lee imágenes en movimiento y es capaz de combinar todos estos elementos para identificar cuál es la intención de los demás usuarios de la vía, especialmente de aquellos que circulan en modelos convencionales.
Para los ingenieros de Volvo, la autonomía va directamente asociada a la seguridad, de ahí que estén desarrollando accesorios inherentes a esta nueva realidad, como la manta ajustable al cuerpo de quienes duermen mientras viajan, inspirada en el cinturón de tres puntos inventado por la misma compañía en 1959.