Lo que para la Federación de Medicamentos y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) era una estrategia contra el tabaquismo en jóvenes, derivó en una “epidemia” de cigarros electrónicos.
Scott Gottlieb, comisionado de la dependencia estadounidense, expresó en un comunicado su preocupación por los efectos negativos que trajo su Plan de Prevención del Tabaco para Jóvenes, implementado a principios de este año.
Como primeras acciones, la FDA envió más de mil 100 cartas de advertencia a las tiendas contra la venta ilegal de cigarros electrónicos a menores de edad, sancionando a 131 tiendas que violaron sus restricciones.
Pese a esto, la tendencia no muestra signos de disminuir, lamentó el funcionario, por lo que estudiarán el hecho de que ahora, dichos dispositivos vienen con sabores que hacen más atractiva su compra y uso.
También, tienen en la mira a cinco compañías productoras de “e-cigs”: JUUL, Vuse, MarkTen, blu e-cigs, y Lógica, que acaparan más del 97 por ciento del mercado actual, a las cuales solicitaron planes sólidos sobre cómo abordarán el uso de sus productos en menores de edad.
“Esto puede requerir que estas marcas revisen sus prácticas de ventas y comercialización, incluidas las ventas en línea; dejar de distribuir sus productos a los minoristas que venden a los niños; y eliminar algunos o todos sus productos con sabor del mercado hasta que reciban la autorización previa a la comercialización y cumplan los requisitos aplicables”, expresó Gottlieb.
El problema inició porque la FDA considera que la nicotina no es la que causa la muerte de los fumadores, sino la combustión provocada al encender el cigarro, la cual se mitiga con los cigarros electrónicos.
Sin embargo, no creen que el mudar a dichos productos sea la respuesta a prevenir la adicción al tabaco, ya que podría derivar en problemas más serios relacionados a las sustancias utilizadas para asemejarse al cigarro común.