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Llega la ropa del futuro, no necesita planchado

EFE | 13/09/2018 | 22:35

El algodón del futuro se da gracias a una variedad vegetal de nueva generación que desarrollan científicos de la agencia nacional de ciencia de Australia, CSIRO, las prendas de algodón pueden sufrir una evolución importante.
 
“Las primeras pruebas de algodón con nuevas propiedades se efectuarán en los próximos meses, y la ropa fabricada con estas fibras podría llegar a las tiendas en una década”, adelanta la doctora Madeline Mitchell.
 
 
“Nuestro algodón será biodegradable y para desarrollarlo estamos introduciendo a esta planta moléculas modificadas genéticamente, ya que no podemos hacerlo mediante la reproducción convencional”
 
¿Qué pensaría si le hablaran de un algodón con muchas de las propiedades de los tejidos sintéticos, como ser elástico e incluso a prueba de agua, además de no arrugarse, pero conservando la sensación que provoca la fibra natural?
Probablemente  lo consideraría un sueño extravagante, pero un equipo de científicos del CSIRO, la agencia nacional de ciencia de Australia, está a punto de hacerlo realidad.
 
Aunque todavía habrá que esperar un tiempo para tirar la plancha a la basura, porque se espera que las primeras pruebas de concepto de este algodón con nuevas propiedades se efectúen en los próximos años, según adelanta a Efe la doctora, Madeline Mitchell, que lidera el proyecto.
 
“Además, debido al tiempo que llevará cultivar y hacer crecer las nuevas variedades de esta planta, probablemente no veremos en las tiendas de ropa este algodón de nueva generación hasta dentro de una década”, señala esta fisióloga molecular de plantas.
 
El impacto de esta nueva fibra en el mercado y los hábitos de consumo sería considerable, teniendo en cuenta que, según el CSIRO, el 14 % del algodón mundial se destina a la producción de pantalones vaqueros de tipo ‘denim’, una de las prendas más populares en todo el mundo.
 
El equipo de Mitchell trabaja para comprender mejor qué es lo que determina la longitud, fuerza y grosor de las fibras de algodón, cada una de las cuales es una sola célula: una de las células vegetales más largas conocidas con sus tres centímetros de longitud, y que puede verse sin un microscopio, informa el CSIRO.
 
PLANTA MÁS AMIGA DEL MEDIOAMBIENTE
"Estamos investigando la estructura de las paredes de células de algodón aprovechando las últimas herramientas en biología sintética, para desarrollar la fibra de algodón de la próxima generación", señala la científica Mitchell.
 
"Tenemos un montón de diferentes plantas de algodón en crecimiento, algunas con fibras muy largas y delgadas, y otras como la que llamamos 'Shaun the Sheep' (la Oveja Shaun, en honor a un personaje de películas infantiles) que tiene fibras cortas y lanosas", añade la doctora Mitchell.
 
"El algodón, a menudo, cosecha una mala reputación en términos medioambientales, pero es una fibra natural y renovable, a diferencia de los productos sintéticos que se fabrican con productos petroquímicos", explica la doctora Mitchell.
 
“Cada vez que lavamos productos sintéticos como el poliéster y el nailon, se liberan miles de pequeñas microfibras de este material que, después, entran en nuestras vías fluviales, y que no son degradables y pueden acumularse en la cadena alimentaria”, advierte esta fisióloga molecular.
 
Explica que, cuando lavamos algodón, también se desprenden fibras, pero estos filamentos son biodegradables y se descomponen de forma natural en el medio ambiente.
 
FIBRA NATURAL CON PROPIEDADES SINTÉTICAS
“En el cultivo de algodón australiano, considerado uno de los mejores del mundo, se ha conseguido reducir el uso de insecticidas en un 85 % y el uso de herbicidas en un 60 %, mediante técnicas de modificación genética (MG) desarrolladas por  el CSIRO”, señala Mitchell.
 
“Además, el algodón australiano es el más eficiente del mundo en cuanto al uso de agua, ya que este país produce tres veces más algodón por cada gota de agua que cualquier otro país", añade.
 
“Nuestro tejido de nueva generación seguirá siendo biodegradable y renovable y, para desarrollarlo, nos  inspiramos en las moléculas de la naturaleza con el objetivo de modificar las propiedades de esta planta”, señala Mitchell.
 
“Para hacerlo  utilizamos la MG porque, simplemente, no podemos introducir estas moléculas en el algodón mediante la reproducción convencional”, apunta.
Según Mitchell, además de las razones ambientales, existe un fuerte imperativo comercial para mejorar la versatilidad del algodón.
 
"Los sintéticos pueden ser más baratos de producir y requieren menos planchado, pero a las personas les gustan las fibras naturales; simplemente preferirían que no se plieguen demasiado o que se estiren", concluye esta experta.