Si los mercados municipales reflejan abandono y descuido en la mayoría de sus rincones, las famosas pulgas superan toda expectativa de fracaso.
Aquellos edificios destinados a la colocación del comercio informal de manera formal, hoy sólo son un conjunto de tristes bodegas.
La creación de las pulgas fue una estrategia para combatir y controlar el comercio informal, proyectos poco efectivos y originales, que se fueron repitiendo en varias administraciones municipales.
El objetivo era restarle al espacio urbano el flujo de comerciantes ambulantes, sacar de las calles a los informales y colocarlos en pequeños locales controlados, una táctica fallida en diferentes ocasiones.
Al llegar a las zonas que en algún momento fueron comerciales, la gente prefería no hablar del tema y los pocos que lo hacían preferían esquivar la mirada y hablar cautelosamente sobre las pulgas.
Se intentó grabar la declaración de los vecinos o de los pocos comerciantes que quedaron en las pulgas; nadie quiso hablar y el principal pretexto que dieron se disfrazó con un: “no quiero meterme en problemas”.
Otros fueron agresivos e intentaron agredirnos con palabras severas e incluso haciendo uso de la violencia física.
Atrás del Mercado 16 de septiembre se encuentra una “pulga”, los locales están completamente cerrados y es incierto saber qué tipo de objetos se guardan detrás de cada una de las cortinas.
El mercado 16 de Septiembre es el único que se podría calificar como una pulga funcional; pese a que tiene las mismas características de estos establecimientos, legalmente está categorizado como un mercado municipal.
Otro de los inmuebles que fue una pulga se encontraba sobre Eje Vial. Hoy en día el terreno ha sido privatizado y lo utilizan para estacionamientos.
Cuando se quiso obtener una versión sobre el estado actual del edificio, unos supuestos contadores nos dijeron de forma sospechosa que pertenecían a un sindicato y que su líder no quería hablar al respecto, al preguntar el nombre del sindicato, ellos solo respondieron: "Pues ya sabes qué tipo de sindicato". Las dos personas se negaron a dar más detalles.
Sobre Reforma hay otro recinto completamente abandonado, pasillos llenos de tierra y cortinas cerradas. Incluso hay gente alcoholizada en su interior, que fuera de sus cabales agreden a las personas que preguntan por el lugar.
La fórmula “anti ambulantaje” no fue efectiva, estos lugares hoy lucen abandonados, tristes y deshabitados.
La actual administración perredista buscó implementar un recinto con las mismas características, el famoso “Tepeché”, proyecto que se anunció como una de las acciones más prometedoras de la gestión gallardista.
El Tepeché se anunció desde octubre del 2015, pero hasta la fecha continúa la resistencia de los ambulantes por reubicarse a esta zona que ni siquiera ha iniciado su etapa de construcción.
El hermetismo y la actitud agresiva que estos sitios provocan en los vecinos y comerciantes, levantan suspicacias o echan a volar la imaginación.