Agencia | 02/08/2018 | 10:00
Por medio de simulaciones computacionales, un equipo de expertos del Instituto de Ecología (IE) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) determinaron el impacto que tienen determinadas especies de árboles para disminuir, hasta en tres grados Celsius, la temperatura en las "islas de calor" de la ciudad.
La propuesta es la creación de parques modulares, cuyo diseño integral combine la alta eficiencia del ecosistema con estándares estéticos que consideren la arquitectura del paisaje.
Lo importante es distribuir estratégicamente especies de vegetación urbana que tienen un alto impacto en cuanto a capacidad "transpiratoria" como el fresno (Fraxinus uhdei) y el liquidámbar (Liquidambar styraciflua).
Las "islas de calor" son sitios donde la temperatura es más alta que en los alrededores debido a una excesiva urbanización. En la Ciudad de México, las islas de calor pueden ser tan extremas que producen diferencias de temperatura de tres hasta 10 grados Celsius.
El equipo de investigación conformado por Mónica Ballinas y Víctor Barradas Miranda, del Laboratorio Planta Atmósfera de la máxima casa de estudios, desarrollaron un modelo teórico fenomenológico que busca proponer soluciones que se centran en la siembra de árboles determinadas especies y en el número de éstos por hectárea.
Víctor Barradas Miranda comentó que el enfoque alrededor de la investigación sobre la mitigación de las "islas de calor" en los grandes centros urbanos tiene que ver con la forma en cómo están construidas.
Los investigadores del IE reportaron, a través de simulaciones computacionales, que esta diferencia de temperatura disminuye por la inserción de distintos tipos de árboles para enfriar las ciudades, para ello es necesaria la siembra de determinada especie y cierto número de árboles por hectárea.
En su opinión, el uso de aires acondicionados no soluciona el problema de buscar un ambiente de confort y, al contrario, lo magnifica.
Por ello y de acuerdo a la información de la agencia informativa del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), la propuesta es distribuir estratégicamente especies de vegetación urbana que tienen un alto impacto en cuanto a capacidad transpiratoria como el fresno (Fraxinus uhdei) y el liquidámbar (Liquidambar styraciflua).
Los resultados del modelo dieron a los investigadores la cantidad de árboles por hectárea que se necesitan para reducir la temperatura, estos números varían dependiendo las condiciones y sobre todo la especie del árbol.
Por ejemplo, para reducir la temperatura un grado se necesitan 8.6 árboles maduros de fresno por hectárea, mientras que 26 árboles por hectárea de esta especie pueden reducir la temperatura hasta tres grados.
No obstante, no todos los árboles tienen la misma capacidad de enfriamiento, se encontró que se necesitan 128 árboles maduros de eucalipto (Eucalyptus camaldulensis) para reducir la temperatura tres grados. Es decir, al reforestar no sólo se trata de plantar árboles, sino de escoger los mejores para contrarrestar la temperatura.
Factores que contribuyen al aumento de las temperaturas en las ciudades también están relacionados con el uso del suelo, ya que la mayoría del concreto y asfalto es impermeable, por lo que el agua no se evapora y es un mecanismo que contribuye al aumento de las temperaturas.