Para nadie es un secreto que en la actualidad estos navíos son sinónimo de riqueza, poder, dinero, fama, fortuna, entre otros adjetivos, pero ¿siempre fue así?
¿De dónde proviene?
Originalmente, hace muchos siglos y años atrás, en la antigua lengua germánica y en el alemán moderno, ‘jagen’ significa cazar, y curiosamente para esta práctica utilizaban un barco de caza al que llamaban ‘jachtschiff’, el cual no era más que un velero rápido y ligero.
Más adelante, aproximadamente en el siglo XVI, la Marina de Guerra Holandesa empleó este tipo de embarcación para perseguir en sus costas a piratas y contrabandistas, adaptando el nombre a ‘jaght’.
El primer velero de recreo y lujo apareció un siglo más tarde, cuando la Dutch East India Company se lo regaló con esos fines al rey Carlos II de Inglaterra. Esto generó gran auge y expectación en los ingleses, por lo que armadores de todos lados no tardaron en copiar el diseño para fabricar lujosos navíos de recreo y entretenimiento, destinados a los nobles y burgueses adinerados.
¿cómo pasó a llamarse yate?
Una vez que los ingleses adoptaron la embarcación y le cambiaron radicalmente el uso, el término en inglés pasó por varias grafías como ‘yeogh’, ‘yaught’ y ‘jatch’, hasta formar la actual ‘yacht’, que hacia mediados del siglo XIX llegó al español como ‘yate’.
En la actualidad…
Actualmente, de acuerdo a la Real Academia, la palabra yate quiere decir embarcación de gala o de recreo.
Podemos añadir que puede ser de motor o a vela, de manga o anchura mayor a la de un velero, con camarotes y generalmente lujoso.
Adicionalmente, vemos que como en muchas otras palabras, su origen es bastante controversial, ya que aunque originalmente identificaba a un barco de caza, incluso utilizado por la flota de guerra holandesa, pasó a ser un navío de paseo, recreo, entretenimiento, símbolo de opulencia, fiesta, derroche, despilfarro, lujos y excesos.