1. Olvídate del “no puedo”
Decide que no pasarás más del tiempo necesario en tu celular, úsalo para comunicarte pero convive con la gente que tienes de frente, en vez de “cyber convivir” con personas que no están presentes.
Ponte metas: “Decido no revisar mi celular por las siguientes dos horas”. Verás que funciona.
2. Mantén tu teléfono lejos
Si eres de las que siempre tiene su smartphone en la mano, la solución para despegarte de él es guardarlo, si te preocupa que alguien te busque y no estar disponible para atenderlo, entonces en vez de tenerlo en modo vibración en las mano, enciende el sonido y déjalo en tu bolsa… Así dejarás de preocuparte y te concentrarás más en el momento que estás viviendo.
3. Ponte horarios
Las redes sociales quitan mucho tiempo, no estamos diciendo que las cierres… únicamente establece horarios para revisarlas. Por ejemplo: todos los días de 18:00 a 18:30. No se trata de que desaparezcas de esas plataformas, sólo de que no absorban todo tu día.
4. La vida offline puede ser mejor
Desintoxicarse del smartphone te hará disfrutar de las cosas más simples de la vida, te hará volver a conectar con tus amigos, sabes lo odioso que es hablar con alguien y que él sólo vea su celular, ¿no? Deja de ser esa persona, todo se trata de equilibrio.