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Se disparan quejas por e-commerce

Agencia | 25/04/2018 | 16:35

Las quejas ante la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) por presuntos fraudes financieros están relacionadas ya con operaciones de comercio electrónico (e-commerce), donde se paga con tarjetas de crédito o débito.

En conferencia de prensa, el presidente del organismo, Mario Di Costanzo, explicó que al cierre del 2017 hubo 6.4 millones de quejas de los usuarios por un posible fraude con tarjetas de crédito y/o débito, 25 por ciento más que en el 2016.

De éstas, 3.3 millones (51 por ciento) fueron en operaciones de comercio electrónico; 2.1 millones (32 por ciento) en terminales punto de venta; 727 mil (11 por ciento) en comercio por teléfono y 221 mil (tres por ciento) en cajeros automáticos.

El presidente del organismo destacó que ha habido un cambio en la tendencia a través de la cual se cometen fraudes financieros, pues mientras en el 2011 las quejas por un posible fraude en comercio electrónico representaban siete por ciento, ahora son 51 por ciento.

En sólo un año, del 2016 al 2017, las quejas por posible fraude en comercio electrónico repuntaron 103 por ciento al pasar de 1.6 millones a 3.3 millones.

El funcionario destacó que el monto reclamado por posibles fraudes en comercio electrónico ascendió a los tres mil 768 millones de pesos contra los mil 866 millones del 2016 y apenas 409 millones del 2011. De ello, se abonó 85 por ciento a las casi un millón de personas afectadas.

Por otra parte, la Condusef precisó que de los 6.4 millones de quejas por posibles fraudes con tarjetas en el 2017, 58 por ciento (3.7 millones) fue con tarjetas de crédito y 42 por ciento (2.7 millones) en tarjetas de débito.

Di Costanzo señaló que aunque la proporción de la tarjeta de débito ha aumentado al pasar de 32 a 42 por ciento, ello se explica por el mayor uso de este tipo de plástico, pues hoy hay alrededor de 105 millones de contratos de tarjetas de débito.

En tarjetas de crédito, detalló la dependencia, 40 por ciento de los casos se dio en tarjeta clásica con 1.4 millones de reclamos; seguida de la oro con 35 por ciento y 1.3 millones y la platino con 22% y 815 mil 799 quejas.

En cuanto a las de débito, 76 por ciento de los reclamos (dos millones) fueron en cuentas de nómina y 24 por ciento (657 mil 172) en cuentas de depósito.

Respecto a los fraudes con tarjetas en TPV, se registró una baja anual al quedar en el 2017 en 2.0 millones, contra 2.6 millones en el 2016. En los cajeros automáticos también bajaron los reclamos, toda vez que mientras en el 2016 se registraron 247 mil 683, en el 2017 hubo 220 mil 526.

“En suma, los tres medios (comercio electrónico, TPV y ATM) nos ocupan; sin embargo, la probabilidad de tener un fraude en comercio electrónico es mayor, si el usuario y el comercio no adoptan las medidas preventivas suficientes”, mencionó Di Costanzo.

De acuerdo con la Condusef, en el 2017 se realizaron más de 173 millones de operaciones en comercio electrónico y el número de reclamaciones fue de 3.2 millones, por lo que el índice de reclamos fue de 188 por cada 10,000; mientras en TPV hubo 2,800 millones de operaciones y 2.0 millones de reclamos, una proporción de siete por cada 10,000; y en ATM 1,764 millones por 220,000 reclamaciones, con un índice de uno por cada 10,000.

En lo referente a posibles fraudes en banca móvil, en el 2017 se registraron 57,430, un incremento de 103% anual. Aquí, el usuario reclama no haber realizado el retiro de dinero. A decir de Condusef, al cierre del año pasado había 15.2 millones de contratos de banca móvil.

La banca ha reconocido el alza de este tipo de fraudes, pero también es constante las inversiones que realizan en la seguridad para combatirlo. Además han recomendado a la población ser muy cuidadosos con sus datos personales y de sus tarjetas de crédito para evitar este tipo de delitos. En el caso de robo de identidad, incluso, han insistido en la necesidad de que haya un carnet único de identidad, además de que ya instrumentan el uso de elementos biométricos en sus productos y servicios.