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Cosas extrañas que hacemos los humanos

Agencias | 09/03/2018 | 20:29

Aunque no lo vemos de manera conciente, ante ciertos reflejos actuamos de maneras inesperadas, cosas que son extrañas si las analizamos, por ello te presentamos 15 cosas extrañas que hacemos, y el porque actuamos de esta manera.
 
1) Preferir una mano a otra.
Si eres derecho o zurdo, el hecho de tener una mano dominante es un poco extraño. Según los científicos, tiene que ver con la forma en que el cerebro procesa el habla. La teoría sostiene que el hemisferio izquierdo del cerebro - donde el centro del discurso de la mayoría de los seres humanos reside - es más intrincado que el hemisferio derecho del cerebro. El hemisferio cerebral izquierdo también pasa a controlar el lado derecho del cuerpo. Es posible que el cableado adicional en esta parte del cerebro esté detrás del dominio del lado derecho del cuerpo en personas diestras.
 
Sin embargo, los investigadores han encontrado que no todas las personas derechas tienen centros del discurso que residen en el hemisferio izquierdo del cerebro. En otras palabras, esta teoría podría no ser correcta. Hay muchas otras teorías alrededor de este misterio.
 
2) Todos mienten.
Algo que Dr. House siempre mantuvo en sus discursos es que: la gente miente. Lo hacemos por muchas razones (algunas veces de forma maliciosa y otras de forma benigna). La verdad es que los científicos no están seguros de por qué los humanos dicen mentiras, o puede que nos estén mintiendo para ocultar algo realmente perturbador... ¿Cómo saberlo? Lo cierto es que la mentira es común y que probablemente está vinculada a varios factores psicológicos. El principal de estos factores es la autoestima. Según Robert Feldman, psicólogo de la Universidad de Massachusetts, cuando la autoestima de una persona está amenazada, él o ella comenzará a mentir en varios niveles.
 
En otras palabras, la gente suele mentir para hacer las situaciones sociales más fáciles. Esto podría significar decir una mentira para evitar herir los sentimientos de otra persona o para evitar un desacuerdo.
 
Sin embargo, las mentiras como la falsificación de información a menudo se producen cuando la gente está tratando de evitar el castigo o la vergüenza; teoría propuesta por William Earnest, co-autor del libro Mentir y engañar en la interacción humana.
 
3) Alterar nuestros cuerpos.
Por qué los humanos sienten la necesidad de alterar sus cuerpos con cirugías o ornamentaciones como tatuajes y piercings? Los científicos piensan que la respuesta es bastante simple: la gente piensa que la cirugía plástica y otros procedimientos cosméticos harán que se vean mejor y por lo tanto, se sientan mejor.
 
4) Hacer chismes.
Nos guste o no, el chisme es una parte de la vida cotidiana. De hecho, paradójicamente, los científicos especulan que los chismes pueden realmente acercarnos a los humanos.
 
Robin Dunbar, un primatólogo de la Universidad de Oxford en el Reino Unido, compara los chismes con el aseo constante de otros primates. Los babuinos sacan los insectos fuera del pelo del otro; los humanos hablamos de los demás a sus espaldas. Este es el pegamento verbal que mantiene nuestros lazos sociales fuertes. 
 
Otros investigadores, como Jennifer Bosson, profesor de psicología en la Universidad del Sur de la Florida, coinciden en que compartiendo nuestros aversiones con los demás ayuda a desarrollar un vínculo entre el que está chismeando y el oyente.
 
5) Olvidar cosas que debes saber.
Olvidar hechos o acciones que dominas ocurre frecuentemente. Algunos de los culpables más comunes son el estrés y la privación de sueño; sin embargo, un montón de otras cosas al azar pueden causar distorsiones en el recuerdo, Algo tan simple como abrir una puerta puede desencadenar algo que los científicos denominan “brain fart” o pedo de cerebro, según un estudio publicado en el Quarterly Journal of Experimental Psychology en 2011.
 
No podemos dejar de lado que otros factores al azar también pueden causar que el cerebro experimente pequeñas distorsiones en el recuerdo.
 
6) Aburrirse.
Todo el mundo se aburre. Pero, si realmente lo piensas, los sentimientos de aburrimiento son bastante extraños. Con todo un mundo para hacer cosas, ¿cómo podrían los seres humanos aburrirse? Ls respuesta es que el aburrimiento proviene de una ausencia objetiva de excitación neurológica, lo que provoca un estado psicológico subjetivo de insatisfacción, frustración o desinterés.
 
Y algunas personas son más propensas al aburrimiento que otras. Las personas que tienen condiciones que afectan su capacidad de prestar atención podrían ser más susceptibles al aburrimiento, según un estudio publicado en la revista Psychological Science en 2012. La edad también podría desempeñar un papel en la determinación de la susceptibilidad de alguien al aburrimiento. Los investigadores han encontrado que la gente que se acerca al final de su edad joven-adulta, -alrededor de los 22 años-, son menos propensos al aburrimiento que los adolescentes. En esa franja de edad, la corteza frontal está en las etapas finales de maduración, y esta parte del cerebro ayuda con el autocontrol y la autorregulación.
 
7) Comportamiento autodestructivo.
Fumar cigarrillos, beber mucho, usar drogas - todas estas cosas son malas para nosotros, y sin embargo son practicadas por muchos. Los científicos enumeran varias razones por las que no siempre aceptamos lo que sabemos que es bueno para nosotros.
 
Aparte de una predisposición genética para ciertos hábitos adictivos, algunas personas pueden participar en comportamientos riesgosos, como el uso de drogas o alcohol, porque no están pensando en las consecuencias de estas acciones. Cindy Jardine, profesora de la Escuela de Salud Pública en la Universidad de Alberta, en 
 
8) Sufrimos de hipo.
El hipo son espasmos involuntarios en el diafragma de la membrana muscular del pecho. Este molesto fenómeno se produce cuando el músculo se irrita, a menudo por la presencia de demasiada comida en el estómago, o muy poca.
 
El hipo no tiene ningún propósito aparente. Una hipótesis sugiere que puede ser un remanente de un reflejo primitivo de succión. Cualquiera que sea la antigua función, es una molestia que ha provocado que la creatividad popular busque remedios para librarse del hipo; sin estos ser científicamente comprobados.
 
9) Nos besamos.
El beso es un instinto biológico, permite a la gente usar el olfato y el gusto para evaluarse mutuamente como compañeros potenciales. El aliento y la saliva de las personas llevan señales químicas sobre si están sanos o enfermos, y en el caso de las mujeres, que estén ovulando.
 
Además, la piel alrededor de la nariz y la boca de las personas está recubierta de aceites que contienen feromonas, sustancias químicas que transmiten información sobre el estado biológico de una persona. Cuando las personas toman las feromonas del otro durante un beso descuidado, subconscientemente se vuelven más o menos sexualmente atraídos entre sí dependiendo de lo que detectan.
 
Junto con las señales quimiosensoriales intercambiadas durante los besos, los psicólogos también creen que el acto físico real de besar ayuda a las parejas a unirse. Esta teoría es apoyada por el hecho de que la oxitocina inunda el cerebro cuando la boca se besa; siendo esta hormona la responsable de intervenir en sentimientos de socialidad, el amor y confianza.
 
10) Parpadeamos.
No es tan extraño que parpadeemos: la actividad de un décimo de segundo limpia las partículas de polvo, dispersando los fluidos lubricantes a través del globo ocular, además hace que el cerebro "descanse". Lo que es extraño, es que no nos damos cuenta de que el mundo se hunde en la oscuridad cada dos o diez segundos.
 
Los científicos han encontrado que el cerebro humano tiene un talento para ignorar el apagón momentáneo. El acto mismo de parpadear suprime la actividad en varias áreas del cerebro responsables de detectar los cambios ambientales, de modo que puedas experimentar el mundo que te rodea como continuo.
 
11) Nos reímos.
Los psicólogos piensan que esta respuesta conductual sirve como una señal para difundir a otros emociones positivas, disminuyendo el estrés y contribuyendo a la cohesión grupal. Por esas mismas razones, también los chimpancés y los orangutanes sonríen y se ríen durante su juego social.
 
12) Las personas se echan pedos.
La flatulencia es algo del cual los humanos no se sienten orgullosos. Sin embargo, es algo que no podemos evitar, pues proviene de colonias de bacterias acorraladas dentro de nuestro tracto intestinal inferior. En el proceso de convertir nuestras comidas en nutrientes útiles, estos microbios comen los alimentos produciendo un subproducto maloliente del sulfuro de hidrógeno, el mismo olor que emana de los huevos podridos.
 
Para desgracia de muchos de nosotros, los tipos de azúcar naturalmente presentes en la leche, frutas y, por supuesto, los frijoles producen la mayoría de los pedos.
 
13) Los humanos tomamos riesgos.
Los psicólogos dicen que tomar riesgos se debe a nuestra necesidad de impresionar a potenciales compañeros. Los hombres se enfrentan a una mayor competencia intra-sexual que las mujeres, por lo que deben anunciar su aptitud sexual a través de hazañas audaces más abiertamente. Esto explica por qué los hombres tienden a tomar aún más riesgos cuando están en grupos. Aunque las mujeres generalmente tienen a tener un poco de aversión al riesgo, todo el mundo se esfuerza por impresionar en ocasiones.
 
14) Se nos duermen las extremidades.
Golpearte el hueso del codo es bastante desagradable. También lo es cruzar las piernas por mucho tiempo, con la consecuencia de que una se nos queda “dormida” con esa incómoda sensación de hormigueo.
 
Esto ocurre cuando se aplica demasiado peso extra o presión sobre un nervio, inhibiendo temporalmente su función. Como el nervio gradualmente vuelve a la normalidad, nuestro cerebro de alguna manera interpreta su actividad con la clásica sensación de hormigueo.
 
15) Nos sonrojamos.
Resulta que la reacción del enrojecimiento de nuestras mejillas es una respuesta humana universal a la atención social. Todo el mundo lo hace más que otros. Los desencadenantes comunes son el encontrar a alguien importante, recibir un cumplido y experimentar una fuerte emoción en una situación social.
 
En biología funciona así: Las venas en la cara se dilatan, causando que más sangre fluya a tus mejillas produciendo un cutis rosado. Sin embargo, los científicos están perplejos acerca de por qué sucede todo esto y qué función posee.