Notimex | 07/02/2018 | 15:53
Las fuerzas de seguridad de Myanmar continúan su campaña de limpieza étnica contra la población rohingya, a la que privan de comida, secuestran, roban y agreden sexualmente, denunció hoy el organismo civil Amnistía Internacional (AI).
En un informe, AI indicó que "la devastadora campaña de las fuerzas de seguridad de Myanmar contra la población rohingya, en el estado septentrional de Rajine, dista de haber terminado”, lo que ha obligado a cientos de personas a huir de ese país en las semanas recientes.
A finales de enero de 2018, la organización entrevistó a 19 hombres y mujeres rohingyas recién llegados a Bangladesh, que dijeron haber huido debido a la privación forzada de alimentos, los secuestros y los saqueos.
Las agencias humanitarias han documentado miles de nuevas llegadas durante diciembre y enero pasados, y decenas de personas todavía cruzan hacia Bangladesh.
“Escudadas tras los desmentidos oficiales, las mentiras y un esfuerzo concertado para negar el acceso a investigadores independientes, las fuerzas armadas de Myanmar eluden las consecuencias de los crímenes de lesa humanidad”, dijo Matthew Wells, asesor de AI sobre respuesta a crisis.
Wells añadió que las fuerzas de seguridad de Myanmar recurren a patrones arraigados de abusos para expulsar silenciosamente del país al mayor número posible de rohingyas.
“Si no hay una acción internacional más efectiva, esta campaña de limpieza étnica continuará su desastrosa marcha”, afirmó el representante.
La opresión continua parece concebida para hacer que el estado septentrional de Rajine sea inhabitable para las decenas de miles de rohingyas que viven allí, y se ha desatado tras la implacable campaña de violencia de las fuerzas armadas de Myanmar.
Desde agosto pasado, esta campaña ha provocado que más de 688 mil personas rohingyas hayan pasado al otro lado de la frontera, a Bangladesh.
El 25 de agosto de 2017 el ejército de Myanmar lanzó una operación militar contra la población civil rohingya, en el estado septentrional de Rajine, después de que el grupo armado Ejército de Salvación Rohingya de Arakán atacó alrededor de 30 puestos de las fuerzas de seguridad.
Entre los crímenes de lesa humanidad cometidos por las fuerzas armadas figuran expulsiones masivas, incendios sistemáticos de pueblos, violaciones y otras formas de violencia sexual contra mujeres y niñas, así como homicidios generalizados de niñas, niños, mujeres y hombres, asentó AI.