San Luis Potosí, SLP.- A unos meses de que arranquen las campañas electorales en las que se podría presentar una posible reelección de la alcaldía, se va a olvidar el tema de proyectos para mejorar la vida de los ladrilleros y las familias que viven al norte de la ciudad, previó el regidor Raymundo Ramírez Urbina.
El edil señaló que el problema de las ladrilleras se ha presentado por décadas sin que ningún gobierno se responsabilice, desde el municipal hasta la Federación, sin dejar detrás el estatal, ya que en conjunto se debe atacar el grave problema de la contaminación que generan y que lamentablemente, continuará al seguir quemando aceite, llantas y hasta estiércol.
“Son más de 600 familias las afectadas y que viven de las ladrilleras. Es muy complejo porque es también cultural, desde formar un padrón hasta solicitar un financiamiento”.
A meses de terminar el actual gobierno municipal, Ramírez Urbina lamentó que vaya a gastarse un recurso que bien se podría destinar primero en hacer campañas con las familias ladrilleras para que estas acepten la mudanza, y hacer hornos que realmente funcionen, y que no afecte el precio ni la calidad del producto.
Como tercer punto, dijo que lo más complicado es determinar mediante el Centro de Población Estratégico, la zona en la que pudiera ubicarse el parque ladrillero y alejarlo totalmente de la mancha urbana.
“No hay que esperar a que sea una promesa de campaña. Si hay una reelección, hay que cuestionar a los que ya saben cómo se va a resolver y dejarle de dar vueltas, que lo vean como un proyecto a corto, mediano y largo plazo”.
Una misión imposible
Aunque desde hace 10 años se "trabaja" en lograr que la calidad del aire no rebase los niveles de contaminación que marca el NOM-085-SEMARNAT-1994, lo cierto es que ha sido difícil para las autoridades controlar y convencer a los propietarios de los 1,175 productores artesanales de ladrillo que contaminan la capital potosina.
Según la Red de Información de Productores de Ladrilleras (Redladrilleras) en la región del Bajío hay una importante concentración de ladrilleras artesanales, ya que además de San Luis Potosí, están Guanajuato (con 2,362); y Querétaro (con 592).
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