HAY QUE RECONOCER QUE EL viento del clima político electoral de cara a las elecciones del 2018 permea cada vez más en toda actividad pública, y también en la privada. Y si en los escenarios nacionales lo pronostican, también en los escenarios locales se puede sentir la misma ola expansiva.
EN SAN LUIS POTOSÍ SE CELEBRÓ la cumbre de negocios “Summit bussines”, en donde confluyeron desde el domingo pasado una importante cantidad de personalidades del sector privado y el sector público a fin de compartir puntos de vista sobre la inserción de nuestro país en el escenario de la economía global, y sobre todo por la gran incertidumbre que provoca en muchos, si no es que en todos, la relación que se perfila con Estados Unidos de Norteamérica ante la posibilidad de que el Tratado de Libre Comercio deje de existir como lo conocemos, entre los tres países que lo conforman, México, Estados Unidos y Canadá. A través de la serie de ponencias y escenarios planteados entre los presentes, la visita de un presidente de la República y sus secretarios, no deja de ser la oportunidad de convertirse en una pasarela política de cara al año 2018 en la carrera por la Presidencia de la República, en este caso por el gobierno que encabeza Enrique Peña Nieto, de quienes algunos piensan pueden ser los más idóneos a convertirse en el potencial candidato. Uno de los nombres que actualmente más resuenan es el de José Antonio Mead Kuribreña, el secretario de Hacienda y Crédito Público. “PepeToño” como lo conocen sus más cercanos.
JOSÉ ANTONIO MEADE Kuribreña, secretario de Hacienda y Crédito Público, se podría mantener en el cargo hasta que concluya el proceso de aprobación del paquete económico 2018 por parte del Congreso de la Unión y después, eventualmente, renunciar para ir en busca de la candidatura del PRI a la Presidencia de la República.
DE ACUERDO CON LA LEY General de Instituciones y Procedimientos Electorales, el registro de los candidatos presidenciales que habrán de contender el próximo año deberá realizarse de manera formal ante la autoridad electoral entre el 15 y 22 de febrero del siguiente año.
MUCHOS NO CONSIDERAN UNA casualidad que sea una parte importante el tener este acercamiento con la “crema y nata” del desarrollo económico del país en la Cumbre de Negocios que se lleva cabo en San Luis Potosí, además de que los reflectores de la inversión nacional e internacional están puestos de manera importante en el Estado. Al filo de las dos de la tarde de este martes se anunciaron importantes inversiones que colocan al Estado entre uno de los que más confianza y atractivo representan para la inversión y el crecimiento económico. Entonces usted podría coincidir en que sea precisamente este el estado donde parta el inicio de la carrera y de las esperanzas del tricolor, a fin de alcanzar la Presidencia de la República en el 2018.
ESO AL HABLAR DE LAS GRANDES ligas de la política nacional y del tamaño de las personalidades de la economía que se dieron cita en el estado, quienes sin duda se preguntan quién será el próximo presidente de México… y más allá quién quieren que sea.
MIENTRAS EN EL CONGRESO DEL Estado de San Luis Potosí se tienen que ocupar de menudas y múltiples tareas que establecen la agenda legislativa, entre las que destacan: la elección de un auditor “cuasi sant@", en donde aún se llevan a cabo entrevistas para tener ya una propuesta que encierre probidad y cero intereses políticos. Se tiene que encabezar un organismo que después del momento que acaba de atravesar, necesita más bien un exorcismo. Como punto número dos, el debate que se lleva a cabo por la terna ya presentada por parte del Ejecutivo del estado para conformar, de acuerdo a lo que establece la ley: El Fiscal general que encabeza la persona del aún procurador del Estado, Federico Garza Herrera, y que tal vez ya al filo de las seis de la tarde se le conozca como Fiscal del Estado. La palabra “procurador” y “procuraduría” desaparecerán del léxico de la función pública. Dicen por ahí que el asunto ya está “planchado”.
Y LA TERCERA Y QUE LLAMA DE verdad mucho la atención por la forma en la que se ha desdibujado en esta edición 2017, es el ciclo de comparecencias de los servidores públicos que está establecido en la ley. Antes este ciclo de encuentros entre los legisladores locales y funcionarios de la administración pública estatal tenían connotaciones tan diversas, como la falta de resultados, la rendición de cuentas, el protagonismo político, la necesidad de reflectores, la negociación y el chantaje… bueno todo, menos el desinterés. Y es este uno de los fenómenos más interesantes que queda demostrado en la simple falta de asistencia de muchos legisladores que están atendiendo asuntos que consideran más importantes, como lo que le mencioné anteriormente. Ah, y le comento que ya no son los legisladores los que protagonizan las más sonoros y sentidos reclamos en estos encuentros. Ya son grupos de ciudadanos que aseguran no ser enviados por nadie. ¿Será?
HASTA LA PRÓXIMA
