La coiloniquia o uñas cuchara es un trastorno bastante común donde las uñas de las personas afectadas aparecen más delgadas y deformadas, hasta el punto de perder por completo la clásica que las caracteriza.
Algo que, sin duda, te explicamos en numerosas ocasiones en nuestro espacio es que las uñas son un reflejo directo de nuestra salud.
Cualquier cambio en su tonalidad, su resistencia o su textura evidencia alguna condición médica a la que deberíamos prestar una atención inmediata.
La coiloniquia, por su parte, aparece en aquellas personas que sufren, por ejemplo, una carencia de hierro.
Sin embargo, también puede asociarse a otros procesos que debemos tener muy en cuenta.
La coiloniquia y la anemia por déficit de hierro
Se dice que en los casos más extremos de coiloniquia la uña puede llegar a contener incluso varias gotas de agua, simulando ser una auténtica cuchara.
Asimismo, cabe decir que puede aparecer en una sola mano y también en los pies. Por otro lado, es bastante común que aparezca en niños con desnutrición y en mujeres que sufren menstruaciones muy abundantes.
La causa más común de las uñas cuchara es, como ya hemos podido ver, la deficiencia de hierro.
De ahí que, además de este síntoma evidente en nuestras uñas, notemos además gran cansancio físico, dificultades para respirar, palidez en la piel y pérdida del cabello.
La coiloniquia y otras enfermedades asociadas
Tal y como habíamos señalado al inicio, la coiloniquia no se asocia en exclusiva a la anemia. Hay otras condiciones que es necesario tener en cuenta:
Una mala alimentación basada en un exceso de grasas y escasas vitaminas y minerales
Hemorragias intestinales
Ser celíaco también puede propiciar que suframos coiloniquia
Síndrome de Raynaud
Tomar corticoides
Padecer eccema
Sufrir lupus eritematoso
Tener el hábito de mordernos las uñas
Sufrir enfermedades endocrinas
Mantener una dieta muy baja en folatos (vitamina B9) y vitamina C
Algunos tipos de cáncer
Recibir quimioterapia
Enfermedades severas de corazón donde la sangre no llega a los dedos de forma adecuada
Por otro lado, hay un aspecto muy curioso que también debe considerarse. La coiloniquia se ha relacionado también con el uso de productos que contienen petróleo.
Algunas personas, como los peluqueros, habituados a trabajar con múltiples productos químicos, suelen sufrir en mayor grado este problema.
Asimismo, la población que vive localizaciones más elevadas también evidencian en ocasiones esta particularidad.
La razón de ello está en que en dichas altitudes las atmósferas son más pobres en oxígeno.
A menor oxígeno, nuestro organismo agota sus reservas de hierro y, en consecuencia, aparecen todos los problemas asociados a la anemia.
¿La coiloniquia es grave?
La coiloniquia supone, en apariencia, poco más que un problema estético.
Sin embargo, debemos verlo como lo que es: un síntoma asociado a una enfermedad o un déficit nutricional que debemos atender.
Por tanto, en cuanto percibamos que nuestras uñas dejan de tener la forma y textura de siempre, es necesario acudir al médico para que nos hagan un análisis.
No cuesta nada y estaremos haciendo mucho por nuestra salud.