Jueves 28 de Marzo de 2024 | San Luis Potosí, S.L.P.

La realidad que nos golpea

Dr. Jaime Chalita Zarur. | 19/08/2017 | 01:38

Aquellos que cederían la libertad esencial para adquirir una pequeña seguridad temporal, no merecen ni la libertad ni la seguridad.
Benjamín Franklin.
 
NUESTRO PAÍS, NUESTRO ESTADO Y QUIENES VIVIMOS EN MÉXICO hemos sido objeto de quienes han marcado y dirigido nuestras vidas, sin ni siquiera solicitarnos una opinión, es decir, hemos vivido las tragedias y sinsabores colectivos y, en muchos casos, individuales, en las decisiones de unos cuantos que abusaron la nobleza de los mexicanos.
 
SE EQUIVOCAN QUIENES BUSCAN DESTRUIR A NUESTRAS INSTITUCIONES, porque solo unidos y de manera coordinada podremos aspirar a un mejor futuro, con seguridad y protección para la niñez y juventud mexicanas, señaló el secretario de Gobernación, Miguel Osorio Chong. Un político serio y que ha estado en el encargo todo lo que va del sexenio federal y, por alguna razón, solo le ha tocado de refilón todo el tema de corrupción y, cuando menos, aclarado de su parte el escándalo no volvió a tocarse.
 
MÉXICO VA MAL EN CUANTO A LO QUE HA SUCEDIDO EN NUESTRA SOCIEDAD. Alguien rompió y traspasó las líneas que mantenían la paz de nuestras vidas, que apenas hace once años teníamos en el Estado. Esclavos de las decisiones políticas, sí, pero se nos permitía el transitar por nuestro espacio sin mayores peligros. Hoy no.
 
LO QUE VEMOS AHORA EN NUESTRO ESTADO ES DE VERDAD INDIGNANTE, el terror se apodera de la ciudadanía y lo que es más, cuando escuchamos opiniones oficiales, que nuestra realidad ha mejorado pero que la verdad, la que vivimos, nos azota con más violencia y se vuelve en contra de tan temerarias apreciaciones. La Secretaría de Seguridad Pública y su titular nos han dejado en el olvido.
 
LA EXISTENCIA DE LAS INSTITUCIONES DEBE PREVALECER, es lo que puede salvaguardar la vida civil de nuestro país, pero cuánto desprestigio ha caído sobre ellas, conducidas por seres humanos que nos han quedado a deber y ante la falta de resultados, el escamoteos de la justicia y su aplicación debida, no falta quienes en el infundio se abren paso sin importar a quién se lastima, convirtiendo en un infierno la convivencia social; y con la impunidad, madre de la corrupción, la sociedad se va convirtiendo en escéptica, ya no cree en nada. En ocasiones los mexicanos peleamos guerras fratricidas unos contra otros, sin tener por qué.
 
UNA Y OTRA VEZ SE NOS PIDE UNIDAD, SACRIFICO, COLABORAR CON LAS AUTORIDADES, esta que tienen la facilidad de contratar seguridad extraordinaria, constante, las 24 horas del día, lo cual la ciudadanía general no puede afrontar, pero además, son las autoridades de seguridad quienes tienen la obligación de proporcionarla. Ahora no es la excepción, es la misma solicitud. Pero ¿cómo se le puede pedir más y más a un pueblo que ya no aguanta?
 
EL ESTADO MEXICANO ES NUESTRO HOGAR, EL LUGAR DONDE PODEMOS RECONSTRUIR nuestras vidas y vernos a la cara como hermanos mexicanos. Ya no se puede ni se debe abusar del discurso triunfalista, favorito de los políticos del no pasa nada, o del que hemos mejorado. Si realmente nos importan las instituciones, habrá que darles valor cumpliendo el deber al que, quienes se han comprometido, lo hagan.
 
MUCHOS SE PREOCUPAN SOLO EN EL DISCURSO POR EL FUTURO DE NUESTRA JUVENTUD, hombres y mujeres pero ¿y nosotros, los que vivimos en la responsabilidad de mantener unido nuestro país? ¿No tenemos derecho a esa vida pacífica y de progreso? Ni unos ni otros, todos, la inmensa mayoría queda en el olvido oficial.
 
MUCHAS MÁS PREGUNTAS SURGEN EN EL ENTORNO, las mismas que no encuentran respuesta adecuada y ubicadas en la realidad de la vida de quienes somos los mortales y, alejados de la comodidad y protección que provoca la elegancia del dinero público, el mismo que se envidia y se quiere, con las peores intenciones y no de servir a los demás, que son los que pagan por ello y ningún favor se nos hace.
 
El servicio público está muy desprestigiado, lleno de necesidades que no terminan, exigiendo más y más dinero a través de sindicatos, especialmente el de los burócratas, sin dar cuanta del dinero que, de paso, es derivado de impuestos y por ello público, por un trabajo que no se le brinda a la ciudadanía y estos personajes nos convierten en sus esclavos, en los que aún cuando nos cobran por el mal servicio, nos hacen sufrir con su lentitud y mal humor. Salvo aquí honrosas excepciones.
 
LAS COSAS DEBEN CAMBIAR, LA DIGNIDAD DEBE REGRESAR A NUESTRAS VIDAS, el reencuentro y la refundación de nuestra Patria se impone, pero eliminando los intereses de personas o grupos de poder, prevaleciendo el bien común. Ya no es suficiente elegir a las mejores personas para representantes o líderes políticos, ahora tenemos que cambiar este sistema político y económico totalmente rebasados y obsoletos, pues así puede llegar la más honesta de las personas y estos sistemas se lo tragará enteros, como hemos visto.
@ jaimechalita