El glutatión es quizá la molécula más importante que el cuerpo necesita para estar sano y prevenir enfermedades. Es el maestro de todos los antioxidantes, y el más poderoso detoxificador y fortalecedor del sistema inmunológico.
Una buena noticia es que el glutatión es producido naturalmente en nuestro cuerpo en el hígado, también lo podemos encontrar en algunas frutas, vegetales y carnes, pero por otro lado muchos factores en nuestro entorno pueden disminuir su producción, como una dieta inadecuada, contaminación ambiental o del agua, tóxicos como alcohol y tabaco, medicamentos, estrés, traumatismos y el mismo proceso de envejecimiento en el cual se va produciendo en menor cantidad.
El glutatión como ya mencionamos juega un papel importante en el sistema de detoxificación donde las toxinas o radicales libres se unen al glutatión, trasportándolas a la bilis y de ahí al aparato digestivo donde son eliminadas en las heces, sacándolas de nuestro cuerpo.
También nos ayuda a mantener una función física y mental óptima. Investigaciones han demostrado que niveles altos de glutatión disminuyen el daño muscular, reducen el tiempo de recuperación muscular, e incrementan la fuerza muscular.
Si tú estás enfermo probablemente tengas una deficiencia de glutatión. De hecho un artículo publicado en el Lancet, encontró niveles de glutatión altos en personas jóvenes y saludables, mientras que niveles bajos en adultos mayores sanos, y los niveles más bajos en personas de la tercera edad hospitalizadas.
Se ha encontrado niveles deficientes de glutatión en personas con síndrome de fatiga crónica, enfermedades cardiacas, cáncer, Enfermedad de Parkinson, Alzheimer, Artritis, enfermedades crónicas y autoinmunes.
