El 150 aniversario de la muerte del emperador Maximiliano de Habsbugo es recordado en México y se conmemoró con una misa oficiada este lunes por el padre Francisco Morales en la iglesia de San Ignacio de Loyola, en la Ciudad de México.
La convocatoria e invitación la hicieron don Carlos Felipe de Habsburgo-Lorena, sobrino tatara nieto del último monarca de México y su esposa, doña Annie-Claire de Habsburgo Lorena.
En la invitación se lee que también incluyen en el homenaje a los generales Miguel Miramón y Tomás Mejía, quienes fueron fusilados junto con Maximiliano I de México en el Cerro de las Campanas, en Querétaro, el día 19 de junio de 1867.
Paradójicamente, se homenajea al singular personaje de la historia mexicana con una misa, recordemos que cuando Maximiliano acepta la corona del Segundo Imperio Mexicano en 1863, fue apoyado por el clero mexicano, pero las acciones del entonces emperador Maximiliano de Habsburgo, se tornaron contra ellos, pues ratificó las leyes de Reforma y se negó a devolver los bienes incautados a la Iglesia.
El diario El País recogió algunas impresiones de la misa y sus asistentes.
“Esto es una misa privada. No tiene acento político. Se trata simplemente de recordar a aquel hombre que dio su vida por México, que fue mi pariente y que dios lo tenga en su santa gloria”, dijo Carlos Habsburgo Lorena, entre la multitud. Sin embargo, entre curiosos, periodistas y parientes.
Para el abogado Alfonso Cervantes y Sánchez-Navarro, conde de Echauz, “los monárquicos en México estamos estigmatizados. Por la historia, que nos considera traidores, y por el sistema político, donde predomina la corrupción y la impunidad”. Reflexivo, consideró en todo caso que el tiempo de los reyes en México ya había pasado.
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