PARA ASPIRANTES A LA ALCALDIA

Son muchos los que se preguntan qué promesas o compromisos van a hacer con los habitantes de la capital los que se atrevan a embarcarse en la aventura de ser candidatos a la presidencia municipal capitalina pues, de hecho caerían, en el error de repetir frases ya muy gastadas por los que ya lo fueron y que dejaron un amplio catálogo de promesas eternas de resolver los problemas más palpables de la zona urbana que, por lo demás quedaron sin cumplirlas toda vez que han persistido, y resistido, tanto el paso de los alcaldes como el de los años.

Por ejemplo, y cada temporada calurosa nos la recuerda la promesa más recurrente en las campañas de los candidatos a presidir el ayuntamiento de la capital siempre han tratado de ganarse la simpatía de los electores comprometiéndose a resolver el crónico y deficiente suministro de agua potable ofreciendo pugnar porque el gobierno federal traiga el dinero y la solución para llevar agua a los hogares del municipio para lo que en el pasado hubo quienes prometieron hacer lo necesario para construir otra presa que asegure la disposición del líquido como también los que se aventaron el compromiso de almacenarla a 60 kilómetros de distancia como se hizo en El Realito obra que según se cacareó, garantizaría que la ciudad tendría agua por los próximos 30 años la que, hasta ahora, no se ha probado si es apta para el consumo humano además de que si es cierto que la están haciendo llegar a la ciudad, posiblemente el ducto tenga fugas o sea ordeñado por “huachicoleros” acuíferos pues en las casas  de varias colonias sigue faltando el preciado líquido y no se ve para cuando pueda normalizarse el abasto por lo que los futuros candidatos no tendrán tela de dónde cortar en esta promesa de eternizado incumplimiento.

Asimismo, como bien o recuerdan las familias de las colonias asentadas en las orillas de la urbe, no ha habido candidato que no les haya prometido abatir el pandillerismo que los atosiga promesa que, casi siempre con tono paternal ofrecen cumplir creando más oportunidades de desarrollo para los jóvenes “desorientados” como los llamó un fallido gobernador, problema aparentemente también condenado a permanecer eternizado si se recuerda que las 350 pandillas detectadas en la zona metropolitana no dejan de ser el origen de la violencia en las colonias bajo su dominio y las oportunidades prometidas desde hace varios alcaldes siguen brillando por su ausencia toda vez que el pandillerismo sigue presente y violentamente vigente en las zonas más densamente pobladas.

Para cerrar este repaso de las promesas de candidatos a alcaldes de eternizado incumplimiento está igualmente la de solucionar la inseguridad pública que han prometido abatir involucrando a la sociedad en comités que sólo sirven para fotos en los medios de comunicación y cuya justificación por no lograrlo la han encontrado en recordar que se cuenta con una corporación policiaca inservible en todos aspectos, lo que es una realidad que nadie ha logrado remediar lo que hace más acentuada la desprotección de la gente.

Así entonces, ante tan desolador panorama será interesante ver si Octavio Pedroza Gaitán Yolanda Eugenia González, Sonia Mendoza Díaz y hasta el mismo Ricardo Gallardo Juárez mantienen sus intenciones de postularse a la alcaldía capitalina y peor, si como vemos tendrían que darse a la tarea de inventarlos temas, o encontrar nuevos problemas de la ciudad para tener de dónde colgar las obligadas promesas a la gente para convencerlos de que voten por ellos.

DEL TINTERO

La tardanza en las obras de Carranza ha provocado el terror  de perder su patrimonio entre los dueños de negocios que se ubican por el rumbo, como sucedió en las de Muñoz Pedro Moren Othón y Obregón, por citar unas cuantas que no se han terminado en los plazos fijados y ya nomás falta que se adhieran al frente dirigido por Chessani para hacer ruidosas sus quejas.