La lengua otomí, una de las cuatro variedades lingüísticas que usan las comunidades indígenas de San Luis Potosí, se encuentra al borde de la extinción, con sólo 320 hablantes, lo que hace urgente implementar medidas de protección para rescatarla antes de que se convierta en una referencia histórica, como las 149 lenguas que desaparecieron tras la llegada de los españoles.
Según el más reciente informe del Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (Inali), 64 lenguas se encuentran en riesgo de desaparecer, pero de éstas, 51 están en auténtico peligro de extinción, ya que en algunos casos el número de hablantes se ha reducido drásticamente, como en el caso de la lengua oluteca, de la que sólo quedan 90 hablantes.
De acuerdo a las cifras del Inali, de las 364 variedades lingüísticas que existen en el país, 185 están en riesgo no inmediato de extinción, 72 en peligro mediano y 43 en alto riesgo.
De continuar la discriminación de estas lenguas indígenas, en 20 años se tendrá la pérdida más grande de idiomas originarios desde la época de la Colonia.
Las variedades lingüísticas que se usan en San Luis Potosí son, por número de hablantes según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), son: náhuatl, 141 mil 326 hablantes; huasteco, 99 mil 464 hablantes; pame, 11 mil 412 hablantes; otomí, 320 hablantes.
Las principales razones por las que estas lenguas están desapareciendo son la discriminación y la falta de políticas públicas para preservar su uso.
Según Javier López Sánchez, director del Inali, la falta de presencia en los medios de comunicación y el ciberespacio han acelerado su desaparición, ya que al no ser tomadas en cuenta por las instituciones públicas de todos los órdenes de gobierno, se ha marginado el uso al entorno familiar y comunitario, llegando incluso a avergonzar a los hablantes que se niegan a usar su lengua tradicional frente a hispanohablantes.
El titular del Instituto Nacional de Lenguas Indígenas acusa también que debido a las políticas públicas mono linguales se ha dejado de transmitir estas variedades lingüísticas a los hijos.
Las variedades lingüísticas potosinas se usan en los municipios ubicados en las zonas Media y Huasteca del Estado, que es donde se encuentran asentados los grupos de población indígena.
En estas comunidades indígenas, como en la mayor parte de las comunidades del territorio nacional, los hablantes de lenguas indígenas tienen, en promedio, 70 años de edad, por lo que es urgente la implementación de medidas para el uso y protección de las variedades lingüísticas con el propósito de preservar su cultura y de impedir la desaparición de estas lenguas.
Según el titular del Inali, Javier López Sánchez, la casi desaparición de la lengua termina con la identidad de las comunidades, despojándolos de sus tradiciones, usos y costumbres y su identidad.