San Luis Potosí perdió a un ícono de la gastronomía popular, el creador de los tacos de tripitas El Pariancito, Juan Ávila Noyola, del histórico Barrio de San Sebastián, quien murió a los 89 años a causa de un ataque el corazón.
El frío y lluvioso 5 de septiembre Don Juanito se levantó muy temprano, como acostumbraba, realizó algunas labores en su local, aproximadamente a las 8 de la mañana, después de trabajar un rato en la taquería, fue a descansar a su cama de donde ya no despertó. La noticia circuló rápidamente por las redes sociales.
Juan Ávila Noyola abrió en 1955 un negocio de carnicería y a la par instaló un carrito de tacos de tripitas calentando sólo con un brasero, sin embargo, fue el segundo el que hasta la fecha sigue conquistando el paladar de los potosinos.
Juan, su hijo, señala que era un hombre bondadoso, que podía ayudar a cualquier persona sin distingo, cuenta que incluso un día llegó un amigo de su padre con sus hijos, a quien solamente les permitía comer dos tacos por hijo, sin embargo Don Juanito les daba a cada quien cinco tacos para llevar y por supuesto, gratis.
Muchas historias se contaron en las mesas de El Pariancito, una de ella, quizá la más famosa, fue la que se refiere a una pareja de jóvenes que acudieron a cenar pero en un principio rechazaron probar los tacos de tripitas y machitos, luego de acceder a probarlos, se convirtieron en asiduos clientes, al igual que un ex gobernador y hasta cantantes de la talla de Vicente Fernández, cuentan con orgullo los descendientes de Don Juanito.
“Primero llegó a tener las carnicerías, ahí la gente iba, fue como lo conocieron, el tipo de trabajo de antes era que todo se fiaba y mucha gente decía "me lo anota pero en el hielo, se borra se pierde", pero él como si nada”.
El comienza en 1966 regalando taquitos, tenía que darlos a conocer, explica Juan, además que en esos años no era bien visto que un hombre vendiera comida.
La constancia en el trabajo de Don Juanito fue la clave del éxito del puesto de tacos, los hijos de Don Juan reconocen la perseverancia que tuvo su padre a lo largo de su vida.
“La constancia que tuvo, la fe, el trato y el carisma, él tenía un carisma muy grande, a veces dejaba de comer por dárselo a otra gente, por ayudarla”, explicó.
Su padre les deja una experiencia de vida, “tenemos que salir adelante porque gracias a su nombre nos conocen a nosotros, tenemos que salir adelante porque este negocio era todo para él, fue su sueño, su ilusión y hay que sacarlo adelante”.
Hoy en día, las hijas de Don Juanito son las encargadas de atender el local, siempre lo acompañaron en la vida del puesto.
El nombre de El Pariancito ya es un ícono en la capital potosina, “es una identificación para el barrio, San Sebastián, si es conocido, pero fue aún más con el negocio de Don Juanito,
Francisco Noyola, el mayor de los hijos, señaló que el fallecimiento de su padre es una motivación más para seguir con el legado gastronómico llamado El Pariancito, además en San Luis Potosí, la noticia corrió rápidamente.
“Mi papá era una persona muy alegre, muy buen padre, lo máximo para nosotros, yo lo considero inigualable, siempre nos apoyó, le costó mucho trabajo porque nunca se quejó de nada, no tuvo problemas de enfermedad, siempre se dedicó a su trabajo y era muy querido por la gente”.
Francisco Noyola dijo que el domingo en la tarde todavía estaba platicando con sus hijas, “fue una cosa muy rápida, un ataque al corazón, al miocardio, de alguna manera no sufrió, no hizo cama, de todos modos se fue tranquilo, no sufrió”.
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