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El periquillo sarniento: 200 años de la primera novela escrita en América

Además de ocupar el lugar de honor como la primera de América, El periquillo sarniento se ocupa de males que persisten en nuestros tiempos: la corrupción y la injusticia.

Tenía un ojo bizco, caminaba encorvado, sostenía que las mujeres debían estudiar, y que la educación de los niños debía ser obligatoria, pero fue cuando se opuso abiertamente a la esclavitud, que lo mandaron a prisión. Se trata de José Joaquín Fernández de Lizardi, autor de El periquillo sarniento, la primera novela escrita en America, hace 200 años, publicada seis años de iniciada la revolución de Independencia en México.
 
Han pasado 200 años de la publicación original de El periquillo sarniento, la obra maestra que José Joaquín Fernández de Lizardi –conocido como El Pensador Mexicano–  escribió en 1816, a medio camino entre la Independencia y la caída del virreinato de la Nueva España, protagonizada por Pedro Sarmiento, un jovencito pecoso de entre 19 y 21 años, mordaz e incisivo, un pícaro que exhibe las trampas del médico y el abogado, del carpintero, el cura, el maestro y el disfuncional sistema de justicia de su tiempo.
 
Además de recuperar el habla popular de su tiempo y de ocupar el lugar de honor como la primera de América, El periquillo sarniento se ocupa de males que persisten en nuestros tiempos: la corrupción y la injusticia.
 
“Se trata de una magnífica historia donde todos engañan y roban lo que pueden, una narración que da cuenta de una sociedad violentada y sin principios”, explica el escritor Felipe Garrido. 
 
Garrido afirma que “si algo duele de su lectura es que Lizardi pareciera hablar de nuestros días, donde podríamos encontrar personajes muy similares"  y añade que "esto me divierte, pero al mismo tiempo me asusta”.
 
La publicación de El Periquillo sarniento debió sortear la censura y la prisión de su autor, la falta de recursos, el alto costo de su publicación… y sobre todo la ausencia de lectores, pues su edición ocurrió en una época en la que el país tenía 6 millones de habitantes y solo 30 mil de ellos sabían leer y escribir.
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