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Emperatriz Carlota, la primera mujer que gobernó al país: Historiador

Fue la mujer que por primera vez en la historia de México realizó no pocas funciones de gobierno: Raúl González

Carlota de Bélgica es un personaje al que se puede explotar mucho y de diversas maneras. Es un personaje histórico real, al que ha rescatado la historiografía, y con el cual se ha ido construyendo la literatura, la novela, el teatro y el cine, aseguró esta tarde el historiador Raúl González.

Entrevistado en el marco del curso "Mujeres protagonistas de Nuestra Historia" que imparte el Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (INEHRM), el especialista señaló que en la construcción de ese personaje lo ideal es hacerlo desde la perspectiva del ser humano, de carne y hueso; "de un ser biológico", subrayó.

Mencionó que Carlota de Bélgica tiene una importancia capital en la historia de México, porque entre otras cosas, "fue la primera, y hasta ahora única mujer, que ha gobernado al país", dijo González, quien entre sus campos de investigación y estudio destaca la época durante la cual la emperatriz Carlota hizo importantes aportaciones al Segundo Imperio.

"Por ser una figura tan sugerente y tan atractiva, que siempre ha sido tocada por varios medios como la literatura, el cine, el teatro y la ópera incluso, también da la oportunidad de que exista el deseo de conocerla a fondo. Eso lo debemos aprovechar y hablar más a profundidad, no como el personaje de novela o de ficción, sino como la persona que fue".

En ese sentido, el entrevistado citó una lista considerable de actividades que Carlota tuvo en este territorio. "Fue la mujer que por primera vez en la historia de México realizó no pocas funciones de gobierno; urge un rescate del personaje, que incluya sus primeros años y cómo conoció al archiduque Maximiliano, sin dejar de lado su vida en México".

Sobre el trato que la historia oficial ha dado a Carlota y si la ha colocado o no en el sitio que le corresponde, el historiador puso en relieve que "afortunadamente hay mucha gente que ha abordado a ese personaje histórico, pero desafortunadamente el tratamiento no siempre ha sido favorecedor para ella, porque abundan las investigaciones escandalosas".

Se refirió a los textos, innumerables, que hablan de su locura y a otros que le atribuyen hijos que nunca tuvo. "En ese sentido ha sido muy maltratada, pues ha sido usada más con motivos taquilleros, comerciales y escandalosos que dejan de lado los aspectos más importantes del personaje, como las obras que realizó en México, que no fueron pocos".

González recordó la influencia que tuvo para que las leyes imperialistas sobre los indios no fueran tan desfavorables para los nativos; se preocupó por la situación de la mujer y creó casas de beneficencia y de maternidad; procuró el bienestar de los niños expósitos y otras situaciones que tienen qué ver con el bienestar.

"Definir al personaje es difícil, porque para algunos autores era una ilusa, para otros, idealista", añadió, y dejó ver que realmente tuvo un poco de ambas cosas, sin embargo, los aportes que ella hizo, incluso en el terreno de las relaciones entre Iglesia y Estado, poco han sido considerados por los autores de la literatura que existe al respecto.

La sesión del curso "Mujeres protagonistas de Nuestra Historia" de esta tarde fue originalmente programada para ser impartida por la doctora Patricia Galeana, directora general del INEHRM en el patio principal de la sede del instituto, en San Angel, sin embargo, por causas de fuerza mayor no pudo asistir, por eso acudió el entrevistado.

Mencionó que Carlota de Bélgica nació en Bruselas el 7 de junio de 1840 y falleció en Meise, Bélgica, el 19 de enero de 1927. Fue princesa de Bélgica, Lorena y Hungría, y como tal tuvo una educación esmerada en asuntos de Estado. En 1857 se casó con el archiduque de Austria, Fernando Maximiliano de Habsburgo.

González dijo que en 1863, a Fernando Maximiliano de Habsburgo le fue ofrecido el trono de México por un grupo de notables mexicanos de afiliación monarquista y conservadora, y en 1864, la joven pareja llegó a México para gobernar como emperadores. "Durante su gobierno, Carlota, de 24 años de edad, no sólo fungió como emperatriz consorte", acotó.

También se interesó por asuntos de política y llegó a ocupar la Regencia, haciéndose cargo de los asuntos de gobierno del Imperio. De forma previa a la caída del Imperio, se embarcó rumbo a Europa y en medio de trastornos mentales evocó el resto de su vida a Maximiliano. "Por eso hay que rescatar y revalorar a este personaje", insistió el experto.

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