Nelly López | Plano Informativo | 18/01/2016 | 02:23
San Luis Potosí, SLP.- Este no es un caso aislado, los procesos asociados a la extracción de materia prima para fabricar materiales para la construcción tiene la constante de destruir los entornos en los cuales lleva a cabo la obtención de insumos. En el caso de la Sierra de Álvarez, son las personas que habitan las comunidades de los lugares donde se llevan a cabo estos procesos las principales afectadas por el deterioro ambiental y es a quienes se debería escuchar para frenar este ecocidio de consecuencias irreversibles.
La Sierra de Álvarez se encuentra enclavada en las puertas de la Zona Media de San Luis Potosí y es la frontera natural que la separa de la zona altiplano del estado. Abarca los municipios de Armadillo de los Infante, Ciudad Fernández, Rioverde, San Nicolás Tolentino, Santa María del Río, Zaragoza entre otros municipios cercanos.
Esta área montañosa alberga en su mayoría bosques de pinos y encinos, cabe señalar que existen varias especies animales endémicas de la región, entre ellas sobresales diferentes tipos de roedores. En el año 2000, se declararon a 16,900 hectáreas de esta sierra como Área Natural Protegida debido a que resulta de interés público el conservar los recursos naturales que aquí se albergan. Se considera que el someter a control y vigilancia de los recursos es la manera idónea de mantener y proteger la biósfera que se localiza en el lugar.
Si bien este tipo de declaratorias tienen propósitos claros y ayudan a que valoremos la importancia de estas zonas en los ciclos hidrológicos y de conservación del ambiente, la realidad es que generalmente se encuentran en riesgo debido a la presión del desarrollo económico por medio de actividades de sobreexplotación y depredación de los recursos naturales.
En el caso de la Sierra de Álvarez, se reconoce que la deforestación para extracción de carbón y el sobrepastoreo son actividades que de hacerse de manera intensiva, podrían causar daños irreversibles para el entorno. Sin embargo, la devastación de cerros para la extracción de piedra caliza por parte de la empresa Cal Química es la actividad que destruye totalmente los suelos lo cual hace imposible realizar algún tipo de estrategia para recuperar el suelo fértil de las zonas ya devastadas.
A esto se le suma el hecho que la extracción de piedra se realiza mediante explosiones que demuelen las estructuras rocosas, después se les aplican procesos que incluyen la trituración para obtener polvo que después se calcina. Los residuos de estas técnicas se esparcen por las comunidades cercanas afectando los ojos y vías respiratorias de los habitantes, principalmente niños y ancianos.
Existen diversas voces en cuanto al funcionamiento de la calera que lleva a cabo esta depredación en la Sierra de Álvarez, por una parte existen grupos de activistas que aseguran esta opera bajo el amparo de la Secretaría de Ecología y Gestión Ambiental Segam y por otra parte se sostiene que las empresas operan con impunidad a pesar de no respetar los permisos que solo les permiten talar 2.5 hectáreas de bosque al año. Lo preocupante en este caso es que tanto la Segam como la Procuraduría Federal de Protección al Medio Ambiente Profepa han sido omisos ante esta problemática que de continuar así, continuará dejando daños irreversibles tales como enfermedades en quienes habitan los lugares cercanos, extinción de flora y fauna endémica de la región, y una deforestación que tiene consecuencias negativas tales como la alteración de los ciclos hidrológicos y la incapacidad de mejorar la calidad del aire.
La negligencia ocurrida actualmente y que permite se destruya el entorno natural a cambio de la ganancia económica de unos cuantos tiene como responsables a las autoridades que permiten se siga llevando a cabo este saqueo con consecuencias irreversibles. Organizaciones tales como Pro San Luis Ecológico y el Comité de Defensa Ambiental de la Sierra de Álvarez, SLP A.C. han denunciado en reiteradas ocasiones las consecuencias de la depredación del bosque, sin lograr que se frene.