El hecho que Saúl Hernández hable por primera vez sobre la ruptura de Caifanes, ocurrida en 1995, es algo que le ayudará psicológicamente, según Alejandro Marcovich, ex guitarrista de la banda.
"Esa oscuridad que dice que guardó durante 20 años, es de él mismo. Yo no tengo ningún problema en hablar, siempre lo he hecho. A mi nunca me han tenido que abrir la boca para soltar la lengua.
"Yo hablo lo que se me dé la gana, siempre he sido franco, directo y honesto. El que no quiso hablar durante 20 años fue él. Creo que psicológicamente le va a hacer bien hablar", expresó el músico, vía telefónica.
Hernández, líder de la agrupación, mencionó este jueves que nunca registró el nombre de Caifanes como suyo, sino que Marcovich y Alfonso André (baterista) lo habían hecho, en 1995.
También insinuó que su ex compañero intenta montar una campaña de desprestigio en su contra.
Sin embargo, para el guitarrista, la realidad es otra, pues el vocalista empezó a atacarlo justo antes de que lanzara su libro autobiográfico, titulado "Vida y Música de Alejandro Marcovich", a la venta en diciembre.
"No entiendo cuál es su propósito o su estrategia mediática. Él dice que estoy haciendo una campaña de medios para desprestigiarlo, pero yo no percibo de parte mía ningún tipo de campaña.
"Sin embargo, todo lo que está haciendo él, sí lo es. Me están exhibiendo, y en internet me están poniendo el link de las entrevistas una y otra vez. Eso sí es una campaña", puntualizó.
El músico, que también promueve Alebrije, su más reciente material, no quiere que la gente perciba su texto como un producto amarillista, por eso se enfocó sólo en relatar su vida.
Sobre los aspectos que tienen que ver con la banda, los maneja como hechos históricos, como el supuesto registro del nombre por su parte y la presunta pelea que tuvieron en un Vive Latino, en el 2000.
"Hablo de mi vida y de los hechos históricos que a mi me compete relatar. No estoy dispuesto a entablar una guerra mediática, no estoy en guerra con nadie, menos con mis ex compañeros", detalló.
Sobre el reencuentro de 2010 dijo que accedió a hacerlo porque tenía una deuda pendiente con sus fans, pues nunca alcanzó a despedirse de ellos.
"(Caifanes) no es mi banda, legalmente es de él. Los fans dicen que también es mía, pero no lo es.
"Hoy en día es una empresa a nombre de Saúl Hernández, que contrató a todos los integrantes para un reencuentro y en un punto determinado decidió, unilateralmente, como le gusta, no volver a contratarme".
